SANTIAGO.- El ministro de fuero Juan Guzmán Tapia, aseguró que aún no recibe el informe médico escrito sobre el estado de salud del desaforado senador vitalicio Augusto Pinochet.
Sostuvo que dentro de los próximos días deberá llegar a sus manos el documento firmado por los peritos médicos.
Los exámenes se le practicaron la semana pasada al ex gobernante y con ellos el ministro Guzmán deberá concluir en definitiva si Pinochet está en condiciones de enfrentar un juicio en su contra.
El perito adjunto por la parte querellante Luis Fornazzari en una entrevista realizada por emol.com, dejó entrever que Pinochet sí estaría en condiciones de enfrentar un juicio y adelantó que el resultado de los exámenes concluiría que padece de una demencia leve a moderada.
Los peritos que deberán firmar el informe final que se entregará al juez Guzmán son los siquiatras Inge Onetto y Slavko Venusic, la psicóloga Siomara Chaguan y el neurólogo Hugo Aguirre. Todos ellos fueron designados por el Servicio Médico Legal. Por la Universidad de Chile firmarán el documento los neurólogos Violeta Díaz y Manuel Fruns.
Continúa la controversia por los exámenes
Persisten las controversias por el real estado de salud de Augusto Pinochet, sometido a exámenes mentales y neurológicos por orden del juez Juan Guzmán.
Pinochet, de 85 años, aceptó los peritajes médicos y los facultativos nominados por la defensa, Sergio Ferrer, y por los querellantes, Luis Fornazzari, han sido los únicos en adelantar sus opiniones.
Para Ferrer, Pinochet "esta muy enfermo", en tanto Fornazzari afirmó que "no está loco y puede ser sometido a proceso".
Pero, tanto Ferrer como Fornazzari sólo participaron como "especialistas adjuntos" y sin que sus conclusiones formen parte de la redacción del informe que está a cargo de otros seis facultativos nominados por la Corte Suprema de Justicia.
Sin embargo Ferrer y Fornazzari concuerdan en que Pinochet no ha perdido el principio de la realidad, pero difieren sobre los alcances exactos del término demencia e incluso discrepan sobre si esa palabra debe ser usada o no.
En Chile una persona sólo puede eludir un juicio si es declarado demente o loco y no existe en la legislación la causa humanitaria que sirvió a Pinochet para lograr la libertad en Inglaterra.
Los seis médicos habrían concordado en que Pinochet padece de "demencia vascular subcortical leve a moderada" y también estarían de acuerdo en que no padecería de locura, propiamente tal.
Pinochet no habría perdido noción de la realidad, de acuerdo al scanner cerebral, variados test neurosicológicos y electros encefalogramas a los que fue sometido.
Ferrer y Fornazzari si bien coinciden en que las facultades mentales se encuentran disminuidas, discrepan sobre el concepto demencia.
El avance de la ciencia médica determina hoy diversas profundidades de dicha enfermedad aunque la legislación penal chilena no lo reconoce.
Así la demencia puede hacer perder al paciente sus funciones ejecutivas o una disminución de capacidades propias de la edad y en términos jurídicos tradicionales, locura o demencia significan "enajenación mental" o "privación de la razón".
La definición médica es fundamental porque la sola utilización de la palabra, sin aclaraciones o definiciones especiales, podría convertirse en un eximente para Pinochet.
Fornazzari enfatizó que Pinochet no está loco y que su deterioro mental no lo puede liberar de ser sometido a proceso por incapacidad mental.
Ferrer acotó que demencia "es simplemente deterioro de memoria y de funciones cognoscitivas frente a la capacidad abstracta.
Pinochet ha sufrido dos episodios trombótico cerebrales y presenta un ligero trastorno en la esfera mental. Además sufre de diabetes y tiene marcapasos".
Fornazzari opinó que "Pinochet no tiene el grado extremo de demencia. Hay algunas donde el principal problema es la memoria, en otras el juicio o el razonamiento".
Los médicos que deberán emitir el informe definitivo son Siomara Chaguán, Manuel Frunz, Violeta Díaz, Hugo Aguirre, Slavko Venusic e Inge Onetto.