SANTIAGO.- Hoy viaja a Bogotá una delegación oficial del Congreso, cuyos legisladores se interiorizarán de la situación que afecta a Colombia, país al borde de la guerra civil y convertido en el principal foco mundial de elaboración de drogas.
Ello, mientras crecen rumores sobre una eventual intención del nuevo gobierno de Estados Unidos de analizar la posibilidad de una solución militar ante un eventual fracaso de las conversaciones de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana y el grupo rebelde Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La delegación estará encabezada por el senador DC Jorge Pizarro y el diputado de la misma colectividad, Gabriel Ascencio, vicepresidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja. Además se les unirán legisladores integrantes del Parlamento Latinoamericano, de Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Brasil.
Esta semana, el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, intento reanudar las negociaciones - suspendidas en noviembre pasado - dentro del proceso de paz con el FARC, encabezadas por el jefe guerrillero Manuel "Tirofijo" Marulanda.
El jefe rebelde, ante el ultimátum lanzado por Pastrana y que vencía hoy viernes, envío una carta ofreciendo una reunión para el próximo jueves 8, proponiendo un básicamente un intercambio de prisioneros enfermos.
Igualmente, pide que en la reunión se analice la denuncia hecha por la guerrilla, que acusa a Estados Unidos de estar interviniendo abiertamente en el conflicto colombiano, según las FARC, con el "pretexto de combatir el tráfico de drogas".
Recuerda "Tirofijo" que Washington ha enviado ya, como ocurrió, dice, en los años de 1960 en Vietnam, a medio millar de asesores militares y policiales, para el entrenamiento de tropas que el gobierno sostiene que están destinadas a terminar con la producción de coca, pero que la guerrilla considera batallones contra-insurgentes.
En un tercer punto, la guerrilla protesta por lo que califica de "ascendente ola de violencia" de los llamados para-militares o grupos de ultra derecha, que contarían con la simpatía de sectores del Ejército y que son guardias blancas creadas por algunos terratenientes. El Ejército, en todo caso, anunció lo que bautizó como "plan B", para enfrentar cualquier represalia guerrillera si se rompen las negociaciones, lo que también significaría poner fin a la actual zona desmilitarizada, donde actúa libremente la guerrilla.
Pastrana ha recibido fuertes críticas de varios sectores políticos y sociales del país por lo que se considera una "injerencia" en los asuntos locales por parte del gobierno de Estados Unidos, que propuso contribuir con 7.500 millones de dólares, en un plazo de tres años, para erradicar las plantaciones de coca, reactivar la economía y pacificar las zonas de conflicto, iniciativa conocida como Plan Colombia.
Según los críticos, en una primera cuota, 1.300 millones de dólares se destinarían a equipamiento militar y solo 236 millones a aspectos sociales y de fortalecimiento democrático.
Igualmente, indican, se firmó un convenio con el gobierno ecuatoriano para utilizar instalaciones militares costeras en Manta, con el objeto de contar con bases para la lucha anti-droga, fuera de territorio colombiano.
El senador Pizarro indicó a UPI que el objetivo del viaje de la misión legislativa local, es interiorizarse en el terreno de la situación, que preocupa a Chile, y los efectos del plan Colombia en el debilitado proceso de paz.
Por ello, informó que se reunirán con diputados colombianos y autoridades gubernamentales, además con grupos paramilitares e integrantes de las FARC.
"Buscamos tener un conocimiento completo de la realidad que esta viviendo ese país, y los efectos que tendrá el Plan Colombia. De alguna manera, queremos colaborar en ese proceso, con acuerdos que signifiquen un aporte en el proceso de paz", precisó.
En tanto, el diputado Gabriel Ascencio explicó que hay una seria discusión entre los parlamentarios chilenos y extranjeros respecto a la situación que vive Colombia.
"Aun estamos evaluando la ayuda que puede tener dicho plan. Sabemos que hay problemas, y hay que determinar si tiene sentido una ayuda paramilitar en una zona donde quizás las cosas se pueden arreglar de otra manera", señaló.
El Parlamento Europeo, el jueves, rechazó" lo que se definió como "aspectos militares" del Plan Colombia, pero anunció una donación de 100 millones de dólares para contribuir "efectivamente" a los esfuerzos de paz de Pastrana.
Igualmente aportara otros nueve millones de la divisa en ayuda humanitaria. El comisario europeo para la Colaboración Internacional, Paul Nielson fue enfático en decir: "No formamos parte del plan Colombia".
Para el Parlamento Europeo, una mayor militarización de la lucha contra la droga sólo conducirá a una escalada bélica, dado que el Plan Colombia, a juicio de la entidad, carece de consenso en la sociedad de dicho país.
También, la resolución critica la intención de erradicar los cultivos del arbusto de la coca mediante la fumigación aérea, con agentes biológicos, de las plantaciones, lo que como ocurrió en su momento en Vietnam, se tradujo en el desplazamiento masivo de la población civil lo que agravaría la pobreza y la marginalidad.
Esto, para los europeos es grave, porque a juicio de los eurodiputados, parte importante del actual drama colombiano se debe a los campesinos sin tierras y a un modelo de distribución de la riqueza altamente inequitativo y que demanda "profundos cambios.
El Parlamento Europeo pidió un alto al fuego, un compromiso mayor de las FARC con el proceso de paz y el desmantelamiento de los grupos militares o guardias blancas financiadas por los grandes latifundistas.
Hoy, el gobierno de Pastrana manifestó su satisfacción por la resolución y por el acento que esta pone en el desarrollo económico y social impulsado por Bogotá.
