La noche inaugural de este Festival de la Canción de Viña del Mar 2001 tenía preparada una sorpresa especial -aunque un poco desfasada y al más puro estilo de las Olimpiadas de Atlanta-: un hombre del espacio subió desde el cerro, sobrevoló al público de la Quinta Vergara y se posó sobre el pasillo central del escenario, dando el "vamos" a la fiesta viñamarina.
Acto seguido apareció Antonio Vodanovic, quien no tardó en destacar el reciente nombramiento de un nuevo cardenal para Chile -hecho trascendente, pero cuya mención en la apertura del festival, suponemos, fue una exigencia de los ejecutivos del canal del angelito- y en presentar a Cecilia Bolocco, quien fue recibida entre pifias y aplausos por el "monstruo" viñamarino. Ella radiante y muy segura de sus movimientos aprovechó la ocasión para dedicar esta nueva versión al director de televisión Gonzalo Bertrán.
El primer artista en subir al escenario fue el bailaor flamenco Joaquín Cortés, quien comenzó sus frenéticos zapateos desde el centro de la tribuna para luego encontrarse en escenario central con su grupo, compuesto por dos cantaores, dos cajones y dos guitarristas. Todos ellos, sin excepción, derrocharon simpatía en un desafío al más puro estilo flamenco, que vino tras la exigencia de bis por parte del público de la Quinta.
Luego le correspondió el turno al ganador del Grammy Peabo Bryson, quien hizo gala de una llamativa chaqueta con figuras geométricas negras y blancas y de su tremendo caudal vocal, que lo ha hecho famoso a nivel mundial y lo llevó, además, a ganar sin contratiempos el Festival de Viña del Mar del año pasado con el tema Let Me Try Again. Canción con la que cerró su aplaudida actuación, en la que contó con la participación de dos destacadas intérpretes nacionales, como son Andrea Tessa y Rachel.
Enseguida le correspondió a Pedro Fernández presentar su show. El mexicano tenía unas tremendas ganar de volver al escenario viñamarino, donde en su anterior visita se "quedó con las ganas" de llevarse una gaviota de plata.
Ahora se preocupó de que las condiciones, como el horario de su actuación y el orden de su repertorio, fuesen las adecuadas para "robar" en la Quinta. Y no se equivocó.
Tras interpretar "La Mujer que Amas", el público le pidió que cantara por segunda vez su actual hit, "Yo no fui", tema que volvió a colmar el escenario con sus mariachis, bailarinas nacionales y papel picado, que transformaron su actuación en una fiesta, cuya torta fue la ansiada gaviota de plata. "Este es el símbolo de un gran romance entre nosotros", dijo Pedro al levantar el trofeo de los ganadores de Viña.
Visiblemente emocionado pidió un gran aplauso para sus músicos y cantó "Mi Forma de Sentir" para cerrar su show, que dejó una estela de pifias para los siguientes artistas en enfrentar al monstruo viñamarino: Patricio Manns y Horacio Salinas, que defendieron débilmente -sobre todos Manns- su propia creación, titulada "Jinete Errante", que abrió la muestra de tres canciones de la competencia folclórica.
Los otros dos temas en competencia que estuvieron la primera noche en la Quinta fueron "Florecita de Campo", de México, interpretado singularmente por Tavo Lara y su grupo, y "Whipala", de Chile, con una juvenil y energética puesta en escena del grupo Los Sayas. Esta canción es una nueva creación de Danny Rodríguez, quien ya ganó la competencia folclórica en 1985 con "La Reina del Tamarugal" y ha estado en otras nueve ocasiones como competidor en el mismo género.
EL FLACO Y EL INDIO, OTRA VEZ
El público reaccionó tibiamente a las tres canciones de la competencia folclórica, ya que sus emociones estaban concentradas en el papel que cumplirían los Dinamita Show, una de las incógnitas de la noche.
Con una rutina débil que comenzó pasada la medianoche y basada en el archi difundido tema de "El Gato Volador", "El Flaco" y "El Indio" comenzaron poco a poco a generar sonrisas, no sólo en galería, donde juegan a ganador, sino también en tribuna y palco.
Después de un viaje con diversos chistes por varios países como Bolivia, España, Argentina -que incluyó un apretado tango entre "El Indio Menem" y "El Flaco Bolocco"- y Arabia -con una inapropiada mención a Giolito-, los humoristas apelaron al corazón del "monstruo" y dijeron que preferían estar en Chile porque aquí estaba su gente, sus amigos, su familia. El Flaco destacó el ejemplo que le había dado su hermano payaso, de quien recibió el incentivo para hacer reír.
Ahí comenzaron los momentos más patéticos de la noche. "Gracias a todos por el apoyo incondicional", dijo el Flaco a la galería, mientras no podía contener las lágrimas. "Gracias por perdonarme y esperarme, compadre", clamó mientras le daba un apretado abrazo al "Indio". Enseguida se dirigió a todo el público y les prometió: "¡No volveré a fallarles!".
Tras esta catarsis personal, de la que hicieron víctima a todo el público, la gaviota llegó volando gratuitamente de manos de los animadores y, tras recuperarse ambos de su emoción, remataron con un chiste en que "El Flaco" lanzó uno de sus zapatos a la tribuna, recibiendo como devolución una lluvia de calzados variados.
COMPETENCIA INTERNACIONAL
Durante la primera jornada festivalera fueron cinco las canciones de la competencia internacional que debutaron. El primer turno le correspondió al dúo Elefante (Reyli Barba y Rafael López), de México, que cantó "De la Noche a la Mañana". Dominadores del escenario y apoyados en una canción de las llamadas festivaleras, no lograron enganchar al público que estaba en actitud contemplativa, como tomándole el gusto a canciones que escuchaban por primera vez.
La segunda fue la canción chilena interpretada por Daniela -que necesita urgente una asesoría en vestuario-, cuyo creación es responsabilidad de Aracelli Vitta y Daniel Guerrero. La cantante que había tenido una buena recepción de la galería en el ensayo de la tarde, no logró provocar un impacto similar en tribuna. Tuvo un inicio un poco vacilante, que luego controló para terminar cantando y corriendo por el escenario.
Luego aparecieron unos extraños personajes que representan a Israel. Ellos son un dúo bastante peculiar, que se expresan admiración mutua en algunos de sus gestos. La canción, que tiene una estrofa en español, no provocó casi ninguna reacción positiva entre el público.
Totalmente contraria fue la reacción que tuvo la gente con Ivana Catarina, autora, compositora e intérprete de la canción "Feliz", que representa a Brasil. Poseedora de una voz clara y potente, fiel reflejo de sus estudios líricos y del estilo que ha desarrollado en que funde el lirismo con la simplicidad, cautivó y arrancó los mejores aplausos de la noche, incluso del jurado folclórico. Obviamente esta canción ya se perfila como una de las favoritas del festival.
Cerró la presentación de las canciones de la competencia internacional el representante de Italia, que entró "prendidísimo" al escenario y gritando: "Hola, Viña, sígueme con las manos". Un torbellino que sorprendió y provocó las sonrisas en casi todos los asistentes. Su canción "La Gente que se Mueve" también está dentro del saco de las festivaleras, pero tiene un futuro incierto en esta competencia.
UN CIERRE SIN TRASCENDENCIA
Los dos números finales la primera jornada tenían características predeterminadas que los harían pasar sin pena ni gloria por el festival.
Las estupendas chicas del grupo Bond tenían pauteado sólo dos temas. Por lo que su actuación sería brevísima, más que nada promocional. Sin embargo, lo que no esperábamos era que hicieran un descarado playback, luciendo sus instrumentos de cuerda con modernos diseños, su atractivas anatomías, sus cabelleras al viento y sus bellas sonrisas. Con eso nadie se podría motivar a comprar sus discos, pero lo que sí sería un éxito de venta, sin lugar a dudas, sería un calendario de estas cuatro lindas europeas.
Los chicos de Vengaboys, a su vez, conocían de antemano que su presentación en la Quinta Vergara sólo sería mostrada en parte en nuestro país, ya que la transmisión televisiva sería cortada con ellos sobre el escenario (los animadores hicieron una respetuosa despedida desde detrás del escenario). Pero lo que no sabíamos era que su actuación carecería de validez artística al interpretar sus canciones con background. No obstante, hubo gente que se quedó en la Quinta bailando con "Boom Boom", "Kiss" y "Shala la la la la" hasta pasadas las dos y media de la madrugada.