VIÑA DEL MAR.- Absolutamente satisfecho con la recepción del público de la Quinta vergara se mostró el bailarín de flamenco Joaquín Cortés, quien expresó que con 20 años de trabajo "ya no le impresiona la buena recepción del público, aunque no dejo de agradecerlo".
Agregó que a estas alturas de su vida (42) "ya no se le pude pedir más a la vida con recepciones como la de esta noche y con el respeto que mostró el público por mi arte".
Consultado sobre críticas a la organización del festival por invitar a un bailarín en lugar de un músico o cantante, como se estila generalmente, sostuvo que "ya algo así es original para el festival, y nosotros estamos entregando baile y música a la vez porque el flamenco es uno de los tesoros culturales más importantes del mundo, que debe ser difundido por todo el mundo". Reconoció ser un artista atípico, pero que posee una excelente comunicación con el arte que domina.
El "bailaor", como se le denomina a Cortés, presentó sobre el escenario la llamada "bulería" y no bailó sevillanas, que son más conocidas popularmente. Al respecto dijo que eligió este ritmo porque "siempre lo he hecho, va con mi personalidad y mi forma de ver la danza del siglo XXI".
Dijo que cada uno cuenta su historia a su manera, y que es lo que pretende hacer arriba del escenario. "Así me muestro por todo el mundo tal como soy".
Respecto a un supuesto encuentro con la Natalia Oreiro en una conferencia de prensa, tras la cual habrían conversado extensamente, Cortés prefirió no referirse al tema porque "no hablaré de lo que hago en mi vida privada. No vinimos a aquí a hablar de eso, sino de danza", expresó en tono fuerte y firme.
