La Quinta pareció venirse abajo.
Los integrantes del jurado internacional -menos uno-, jamás pensaron que la noche del sábado iban a ser tan pifiados por el público de la Quinta Vergara. Y todo porque el monstruo quería más de uno de sus integrantes, de su nueva reina, la uruguaya Natalia Oreiro.
Luego de interpretar dos de sus canciones, se despidió con "Tuve tu Veneno"que dejó al público a mil. Natalia se iba a camarines, incluso olvidando recibir su medalla de reconocimiento y, además sin Gaviota. Sin embargo, la presión de la gente la trajo como imán de regreso. De ahí, la entrega del trofeo -de manera abusiva repartido la jornada anterior- fue merecidamente entregado a una artista que supo conquistar.
"Río de la Plata" terminó de dejar a tope al monstruo, rebalsado de amor por su reina. Pero no había más, Los técnicos se apresuraron a desmontar los equipos de los músicos de Natalia, mientras Vodanovic y Bolocco iniciaban la presentación del jurado internacional. Un caos. La pifias no cesaban, al contrario aumentaban en intensidad. El malestar seguía, los jurados pasaban y pasaban y sólo pifias, apenas hubo un respiro con la mención de Douglas, pero fueron segundos. La silbatina continuó y ahora se agregaron gritos de "¡Fuera, fuera!" para cada uno de los intérpretes de la competencia internacional que debieron salir estoicamente a defender su canción: Yolanda Rayo, de Colombia; Raly Barrionuevo, de Argentina; Joel David, Cuba; Jonathan Fuzezzy, de EE.UU, y Mónica Mey, de España.
Sólo el anuncio de Natalia Cuevas y Memo Bunke logró apaciguar la ira del monstruo, que tras una potente y elaborada rutina, premió con Gaviota de oro y plata a estos comediantes, humoristas e imitadores que pusieron todo su talento artístico y creativo para entretener al público. Una actuación que hace creer un poco más en que el humor no es el convidado feo de este festival.
Cuando la noche era tranquila
Incertidumbre era la palabra que mejor definía la presencia del mexicano Alejandro Fernández, que abrió el show internacional en el escenario de la Quinta Vergara. El es un artista que manda en su país, pero en Chile no es uno de esos que están al tope de la popularidad y de las ventas, como su compatriota Pedro Fernández o como el guatemalteco Ricardo Arjona.
Sin embargo la calidad es un bien que permite sobrevivir a los caprichos del monstruo y si sumamos una correcta elección de repertorio, se justifica plenamente que "Alejandrito" haya levantado una Gaviota de plata e iniciar, tal vez, un largo romance con el público del festival.
Hasselhoff no naufragó
La sonrisa y el asombro aparecieron en los rostros de muchos cuando se anunció que el protagonista de la serie internacional, "Guardianes de la Bahía", vendría a cantar a Viña. Muchos críticos vaticinaron que el jefe de los salvavidas más famosos del mundo se "ahogaría" con su desconocida propuesta musical.
Y eso se esperaba hoy, pero David Hasselhoff, con camisa roja y pantalón de cuero negro, navegó por aguas tranquilas con una rítmica canción en inglés y dos baladas en español, en una de las cuales fue acompañado por la actriz cantante Amaya Foch. Al final, una despedida entre tibios aplausos dejó al estadounidense con una sonrisa de alivio en el rostro.
Canciones finalistas
El jurado internacional, que no olvidará fácilmente esta noche, emitió su veredicto que fue dado a conocer a la una y media de la madrugada por los animadores. Los cinco países clasificados fueron: Argentina, con "Ayer te Vi"; Cuba con " Toy Enamorado"; Chile con "El Juego del Amor"; EE.UU. con "Tú Puedes Cambiar el Mundo", y México con "De la Noche a la Mañana".
Quince minutos después el jurado folclórico entregó los nombres de las tres canciones que mañana disputan la Gaviota de Oro en la competencia ahora llamada continental. Estas son: "Whipala", con Los Sayas, de Chile; "Identidad Santiagueña", con Mario Alvarez Quiroga, de Argentina, y "La Cueca de la Buena Nueva", interpretada por Marcela Moreira, de Chile.
Gaviota doble instantánea
El ritmo de la bailanta llegó cerca de las dos de la madrugada al Festival de Viña del Mar con la presencia del "maestro" Antonio Ríos y sus chicos. La Quinta rápidamente se convirtió en una pista de baile con el popular ritmo como protagonista.
Sólo 15 minutos y los animadores hicieron su aparición y como ya había algunos gritos pidiendo Gaviota, Vodanovic no se hizo problema y dijo "Gaviota de plata para Antonio Ríos" y "para no dilatar más, entregamos también la Gaviota de oro". Así de instántaneo. Después de eso, la Gaviota cayó al piso producto de la efusiva irrupción de un fanático de Antonio Ríos. Una imagen que plasma a la perfección lo que sucede con el trofeo viñamarino, al que nadie parece importarle su constante depreciación.