SANTIAGO.- Una propuesta para generar un espacio de diálogo entre todos los representantes de la sociedad civil que dé una solución definitiva al problema de los derechos humanos, presentó hoy la diputada Pía Guzmán (RN) al ministro secretario general de Gobierno, Claudio Huepe.
Luego de reunirse por más de una hora en el palacio de La Moneda, la legisladora de oposición señaló que existe una convergencia con el gobierno en torno a plantear esta idea ante los diversos actores de la sociedad con el fin poner los diversos puntos de vista sobre la mesa y así iniciar un proceso parecido al de la mesa de diálogo, pero con soluciones que terminen de una vez con la división del país.
"Este tema tiene un gran espacio para que se genere un análisis y una reflexión a partir de la sociedad civil porque si queda radicado en el gobierno o en la oposición al final terminamos, como lo hemos hecho estos últimos diez años, asiganándonos culpas unos a otros", enfatizó la diputada.
Reiteró que para ello, "es indispensable dar un paso adelante" dejando de lado las trincheras personales y políticas para "asumir el riesgo de tratar de entender al otro" para que finalmente los políticos puedan finiquitar el tema.
En cuanto a la veracidad de los antecedentes de la mesa de diálogo, Pía Guzmán manifestó su preocupación por el hecho que algunos de éstos sean falsos, por lo cual pidió a quienes los proporcionen considerar el dolor de las personas que esperan encontrar a sus familiares.
Respecto a la posible presentación masiva de querellas por torturas ocurridas durante el regimen militar, la legisladora precisó que jurídicamente "es muy difícil" que ellas puedan encausarse debido a que la ratificación del tratado que contempla la sanción para este flagelo es posterior a los años en que se produjeron.
Por este motivo, insistió en el llamando a ponerse en el lugar de quienes fueron objeto de apremios ilegítimos porque ya que, según dijo, es muy difícil que el daño les sea reparado.
No obstante, indicó que un tipo de reparación para esas personas podría ser el reconocimiento de parte de los responsables de que detrás de cada historia de tortura "hay un hecho verdadero" y un gesto de lamento por el daño causado y de compasión, destacando que el diálogo entre todos los sectores posibilitaría la unidad.
Asimismo, descartó que pueda haber un acuerdo político antes de sentarse a conversar sobre el tema, puesto que es el punto final al que se debería llegar después de las ideas.
Por su parte, Huepe indicó que para que se pueda dar la instancia propuesta por la diputada de oposición "se requiere un conocimiento pleno de la verdad, el ejercicio de la justicia y una disposición espiritual a pedir perdón y a perdonar".
"Creo que la expresión de la diputada Guzmán es un reflejo de una actitud que uno ve cada vez más presente en muchos chilenos que apoyaron el gobierno militar", indicó.
En cuanto a un eventual acuerdo político, éste señalo que el gobierno no está a favor de una salida de ese tipo y por ello, mantuvo la posición del Ejecutivo de respetar la labor de los tribunales de justicia incluso "la acogida de una querella que no tiene mayor fundamento" como es la de obstrucción a la justicia presentada por familiares de detenidos desaparecidos en contra de los comandantes en jefe.