SANTIAGO.- Los sancionados consejeros nacionales del Partido Radical Social Demócrata (PRSD), Rodrigo Álvarez, Fernando Bórquez y Cristián Rodríguez, oficializaron hoy ante el Servicio Electoral su renuncia a la colectividad.
Esta decisión se suma a la de otros 13 militantes del partido, quienes estudian la posibilidad de fundar una nueva colectividad social demócrata.
No obstante ello, Bórquez afirmó que evalúan diversas alternativas, siendo una de las más viables su incorporación al Partido Por la Democracia (PPD), colectividad con la que dicen identificarse políticamente.
Los jóvenes precisaron que su salida responde a que el PRSD "vive una dictadura, propia de lo que fue en su momento el régimen militar, perdiendo así su norte y valores de existencia".
En tanto, la resolución adoptada el martes pasado por el tribunal supremo del Partido Radical, argumentó que Fernando Bórquez, Rodrigo Álvarez y Cristián Rodríguez, fueron sancionados por haber "cuestionado públicamente la conducción de la directiva presidida por Anselmo Sule y haber realizado declaraciones que atentaban contra la respetabilidad y honorabilidad del partido".
A juicio de Bórquez, con esta decisión "se transgreden los principios básicos del debido proceso, ya que se nos aplica una sanción, antes de haber determinado nuestras supuestas responsabilidades".
Esto, según el dirigente, "porque se nos acusa, entre otras cosas, de haber viajado a Coyhaique a boicotear la campaña de Anselmo Sule, lo que no es efectivo y de haber realizado públicamente críticas al gobierno de Ricardo Lagos, a través del Movimiento por la Tolerancia, situación que es válida pero no es vinculante con el Partido Radical, porque es un movimiento independiente", dijo.
Agregó que se les aplicó un pequeño resquicio del estatuto que indica que ningún dirigente del partido, a excepción de la mesa, puede hacer declaraciones públicas, "de ser así, se deberían sancionar a otros militantes de la colectividad", explicó.
En tanto, Álvarez sostuvo que "existe una dictadura interna" en el partido, "donde está vedado el derecho a la crítica".