SANTIAGO.- Por primera vez en la historia de la Contraloría, el contralor general de la República, Arturo Aylwin, rindió hoy una cuenta pública de la gestión del organismo fiscalizador durante el año pasado, lo que se llevó a cabo en un acto público al que fueron invitadas distintas autoridades del país.
De esta manera, la Contraloría instaura una nueva tradición en su labor, puesto que se proyecta que esta cuenta pública se efectuará todos los años, como una forma de seguir haciendo más transparente y directa la relación de la Contraloría con la comunidad.
En la oportunidad, Arturo Aylwin entregó un cúmulo de antecedentes sobre el control preventivo de la legalidad a través de la toma de razón, auditorías, inspecciones, sumarios, control del cumplimiento de normas estatutarias de los funcionarios públicos y también antecedentes de la contabilidad de la nación.
Durante su exposición, el contralor general de la República dijo que el caso de las indemnizaciones millonarias pagadas a funcionarios del Estado dejó al descubierto que la Contraloría requiere más atribuciones, ya que no está dentro de sus facultades el fiscalizar los contratos de trabajo.
"La investigación realizada por el organismo (Contraloría) determinó que era una práctica entre las empresas del Estado el otorgamiento de este beneficio sin sujeción a topes de tiempo ni de renta, como también la concesión de otras indemnizaciones adicionales", dijo el Arturo Aylwin.
En cuanto al endeudamiento hospitalario el contralor especificó que durante el año 2000 se realizaron estudios a cuatro unidades hospitalarias de la región Metropolitana, "las cuales presentaban un alto nivel de endeudamiento señalando sus causas y efectos. Entre estos últimos cabe destacar el escaso poder de negociación que presentaban estos establecimientos frente a sus proveedores y a la insuficiencia de recursos para la inversión y mantenimiento de su infraestructura y de su equipamiento".
El contralor también realizó una crítica a algunos parlamentarios que "recargan de peticiones a la Contraloría en asuntos muchas veces sin ninguna trascendencia. Esto obliga al Organismo Contralor a malgastar sus recursos en desmedro de tareas de mayor significación y urgencia. En otras ocasiones hay que preparar informaciones sobre hechos ocurridos en la administración que implican un intenso y complejo trabajo de investigación de datos sin que exista una adecuada relación entre beneficio y costo".