SANTIAGO.- El presidente de Renovación Nacional, diputado Alberto Cardemil, anunció este miércoles que está dispuesto a dejar su cargo en caso que la competencia con la UDI con miras a las elecciones parlamentarias de diciembre, carezca de un marco regulatorio.
Esta decisión fue gatillada por la incapacidad de la Alianza por Chile de llegar a un acuerdo parlamentario, situación que ha dejado de manifiesto las fisuras que existen en el conglomerado de derecha y que se tradujeron en una crisis interna de RN.
"Un proyecto en que hay competencia brutal, sin reglas, entre candidatos de Renovación Nacional y de la UDI, sin normas, sin un marco regulatorio, que sea la ley de la selva, significa que la alianza se redujo a un escenario de mera competencia electoral y perdió el sentido de coalición política, lo que es muy grave" aseveró Cardemil.
Agregó que "si este es el escenario que se nos impone, no el que hayamos buscado, obviamente hay que pensar muy bien cómo el partido tiene que reorganizarse y reestructurarse, para enfrentar un escenario distinto, un escenario nuevo".
El dirigente estimó que "si la alianza se extingue, le he planteado al partido, y lo voy a mantener, que sería bueno buscar otras disposiciones, otras disponibilidades, otros conceptos, otras ideas, que le den potencia a Renovación Nacional para enfrentar lo que viene".
Aunque se negó a plantear posibles nombres para su eventual reemplazante, no descartó que Sebastián Piñera podría ser quien asuma la responsabilidad de dirigir la colectividad en esta etapa.
Cardemil, sin embargo, insistió en la necesidad que la derecha permanezca unida si desea ser gobierno el 2005, por lo cual reiteró que debe ser el "líder" del conglomerado, Joaquín Lavín, el que solucione el impasse en que se encuentra la alianza opositora, debido a la negativa de la UDI de aceptar, entre otras cosas, una franja televisiva conjunta, situación que en este momento impide el acuerdo del sector.
En tanto, el aludido continúa negándose a intervenir en las disputas de la alianza y menos aún en la situación interna de Renovación Nacional. "La verdad es que desconozco las situaciones internas de los partidos. Creo que es a ellos a los cuales les corresponde llegar a un acuerdo", afirmó el alcalde de Santiago, que de no lograr que la derecha permanezca unida bajo su figura como candidato presidencial, podría ver alicaídas sus aspiraciones de llegar a La Moneda.
Pero no es sólo el estado de la alianza, cuyas negociaciones -según Cardemil- se encuentran en "punto muerto", lo que está presionando al timonel de RN.
A esta tarea también se ha dado un grupo de liberales de la colectividad que acusan al presidente de realizar una gestión "carente de conducción". Las críticas no se han quedado sólo en eso, sino que se le habría solicitado la renuncia al cuestionado dirigente, mientras se busca levantar una mesa de consenso -cabe recordar que la actual también lo es, producto de un acuerdo que se efectúo en enero pasado- que permita imprimir un nuevo sello a la colectividad.
No obstante, Cardemil ha descartado enfáticamente que se le haya tratado de "derrocar". Muy por el contrario, señaló, que él ha participado en todas las reuniones en que el tema y la situación del partido ha sido discutida y que siempre ha estado al tanto de tales conversaciones.
En tanto, fuentes muy cercanas a RN aseguran que Alberto Cardemil ha retardado la decisión de renunciar para buscar una "salida digna" a este conflicto que es ya de larga data.
Estas fuentes han señalado que se le solicitó al ex senador Sebastián Piñera que se haga cargo de la colectividad. Sin embargo, el ahora candidato del partido a senador por la Quinta Región costa, se niega a hablar sobre el tema, puesto que la presunta renuncia de Cardemil no se ha concretado.
Para algunos de los detractores del aún timonel de RN, Cardemil está con "el agua al cuello, acabado". No obstante, de las continuas reuniones que se suceden vertiginosamente una tras otra, no se conocerá la definición final hasta el Consejo General de fin de mes, pese a que presuntamente la decisión está tomada y sólo falta que ese organismo elija al reemplazante del atribulado dirigente, al que se le cuestiona su falta de conducción; haber negociado mal la plantilla parlamentaria, puesto que la mayoría de los candidatos de RN estarían por la competencia desde hace mucho; y mantener al partido estancado, lo que habría quedado de manifiesto con el resultado de la última encuesta Cerc.
