SANTIAGO.- El diputado de Renovación Nacional Alberto Cardemil consideró como "más de lo mismo" el mensaje del Presidente Ricardo Lagos ayer ante el Congreso pleno, asegurando que el país se quedó esperando un cambio de timón para recuperar las confianzas.
"Lo que el país estaba esperando era un gran golpe de timón. El Presidente de la República ha dicho que él tiene el timón, y lo que el país esperaba era un cambio de rumbo, un golpe de timón para cambiar el rumbo", sostuvo en declaraciones a radio Agricultura.
Añadió que "al paso que vamos, en la dirección que vamos, vamos mal, y fundamentalmente lo que el Presidente planteó es más de lo mismo, aquí no hay cambio de rumbo".
Atribuyó lo anterior a una mirada autocomplaciente en los sectores de gobierno. Reiteró que no se han cumplido las metas planteadas por el Presidente Ricardo Lagos en el mensaje del 21 de mayo del año pasado, en cuanto a abrir las puertas del desarrollo, integrar al país y engrandecer el alma de los chilenos.
Respecto al primero de estos objetivos, señaló Cardemil que se está con un crecimiento mucho menor a lo que se planteó, con una cesantía "brutal" y con un fracaso en la creación de empleos.
En cuanto a la integración, dijo que "la brecha entre ricos y pobres no se cierra, regiones enteras en que está 'la luz apagada', la situación de la agricultura es desastrosa, de la pequeña y la mediana, especialmente".
Sobre el último objetivo, dijo que "no creo que los chilenos tengan un alma que se haya engrandecido al término de este año".
"Ahora, si esas son las metas éstas no se están cumpliendo, y obviamente el cambio de rumbo se impone", remarcó.
Aseveró que también hay temas relevantes que quedaron al margen, como la agricultura y la seguridad ciudadana.
Finalmente, dijo que rescataba del discurso los anuncios de creación de empleo a través de un esfuerzo fiscal y mediante la privatización de obras públicas de envergadura. "Ojalá que eso funcione, ojalá que se puedan crear 150 mil empleos, y ojalá que se cumpla", enfatizó.
Destacó además la frase del jefe de Estado donde plantea que hay que cesar con la siembra de desconfianzas. No obstante, planteó Cardemil que es el Presidente, por definición propia de lo que debe hacer un gobernante, quien debe ser el gran sembrador de confianzas.
"Más que pedirle a los otros que no siembren desconfianzas, es él el que tiene que sembrar confianza. Ese es el rol del Presidente, el dinamizador del desarrollo, pacificador social, creador de las condiciones de estabilidad para progresar, y en eso es en lo que ha estado fallando", enfatizó.