SANTIAGO.- Una jueza chilena inició hoy los trámites para enviar un exhorto a los tribunales uruguayos para que le remitan antecedentes sobre las diligencias efectuadas en torno a la muerte del químico chileno de la DINA Eugenio Berríos.
La decisión final al respecto está en manos de la Corte Suprema, que tras el informe de un fiscal recomendando o rechazando la idea deberá definir si autoriza o no el envío.
La magistrada Olga Pérez decidió enviar la carta rogatoria al Juzgado de Letras de Pando después de que el juez uruguayo Alvaro González reabriera la investigación a raíz de un informe de la policía de Investigaciones chilena que identificó a seis militares como responsables de la desaparición y muerte de Berríos, en 1992.
En el exhorto, la jueza pide además a su colega uruguayo la repatriación de los restos del químico, solicitud que se suma al planteamiento formulado a la Cancillería chilena por el abogado de la familia Berríos, Thomas Ehrenfeld.
Eugenio Berríos fue el creador del letal gas sarín, trabajó para la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y ha sido involucrado en la muerte del funcionario internacional español Carmelo Soria y del ex Presidente Eduardo Frei Montalva (1964-70).
El químico salió de Chile en forma clandestina en noviembre de 1991 bajo la identidad de Hernán Tulio Pérez Orellana, una persona con la que tenía un asombroso parecido físico.
En ese momento era requerido por el juez Adolfo Bañados para declarar como testigo clave en proceso por el homicidio del ex canciller chileno Orlando Letelier, quien fue asesinado en Washington en 1976 por agentes de la DINA y elementos cubanos en el exilio.
Entre 1991 y 1992 vivió en el barrio de Pocitos, de Montevideo, pero desapareció en noviembre del último año desde una comisaría en extrañas circunstancias.
Su cuerpo fue encontrado en una playa de Uruguay en abril de 1995 con heridas de bala en la cabeza y las pruebas de ADN confirmaron su identidad.
