CALI.- Las medidas de seguridad dispuestas en víspera del arranque de la Copa América satisfacen a selecciones como las de México y Paraguay, cuyos entrenadores se muestran contentos por la cordialidad de los caleños.
"Han sido muy cálidos con nosotros y esperamos no defraudarlos en la cancha", manifestó el entrenador de México Javier Aguirre. "Sabía que el pueblo colombiano era muy noble".
Su colega de Paraguay, el uruguayo Sergio Markarián, se expresó en iguales términos. "En ningún momento hemos sentido miedo antes ni después del viaje a Colombia", señaló.
México, Paraguay, Brasil y Perú integran el Grupo B que arranca el jueves.
Los mexicanos se entrenaron este martes por primera vez en una cancha del Club Campestre, donde se hospedan, en medio de presencia de miembros de la policía, el ejército y del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
Para llegar al lugar de concentración de los mexicanos se tiene que pasar primero una caseta de inspección y luego agentes de seguridad en autos y motonetas acompañan a los periodistas a los entrenamientos y entrevistas.
"Nos sentimos seguros, aunque con un cierto clima tenso", expresó a la AP un miembro de la delegación mexicana que prefirió no se le identificara.
El estadio Pascual Guerrero de Cali, donde se jugarán los partidos de la zona B, luce acordonado y muy vigilado y al anochecer poca gente se nota deambulando por sus zonas aledañas.
Una serie de atentados pusieron en peligro la celebración de la Copa América.
Varios jugadores, incluso de Paraguay, Uruguay y Argentina, expresaron su temor de viajar a Colombia y algunos decidieron ausentarse, como el paraguayo José Luis Chilavert y el brasileño Mauro Silva.
