SANTIAGO.- Como "lamentable" calificó el Diputado RN Osvaldo Palma que en términos de montos, la Ley de Presupuesto de la Nación 2002 sitúe en un cuarto lugar al Ministerio de Salud, en circunstancias que "se trata de un ámbito muy deficitario donde lo que está en juego es la vida de las personas".
El miembro de la Comisión de Salud dijo que "si bien es cierto que el empleo es una prioridad indesmentible, la Salud constituye un sector que exige focalizar la mayor cantidad de recursos, puesto que no podemos seguir viendo cómo las personas se mueren por carecer del dinero suficiente para pagar sus tratamientos, ni es justo que la comunidad deba recurrir a los Tribunales para que se respete su derecho a la vida".
Osvaldo Palma formuló estas declaraciones a propósito de la Ley de Presupuesto próxima a ser discutida, que contempla para el Ministerio del Trabajo el mayor monto presupuestario, con 2 billones 556 mil millones de pesos, seguido por Educación (1 billón 841 mil millones), Defensa (861 mil millones), Salud (581 mil millones) y Obras Públicas (463 mil millones).
Palma valoró que se proyecte un 10 por ciento de aumento para el gasto en Salud, que se destinará principalmente al fortalecimiento de la atención primaria y a la atención de enfermedades catastróficas, crónicas y urgencias como parte de la reforma que se lleva a cabo en el sector, pero considera que "como están las cosas, sigue siendo insuficiente, pues a pesar de la considerable inyección de nuevos recursos en la salud durante los últimos años, el presupuesto aún permanece al nivel de 1970".
También subrayó la necesidad de que los recursos se dirijan a programas de empleo con una elevada intensidad en la mano de obra, y evitar que tengan como destino fondos centralizados con poca flexibilidad, los cuales no pueden hacer frente a la fuerte estacionalidad que presenta el desempleo.
En cuanto a la inversión de decisión regional, dijo que se deben priorizar los recursos hacia el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, ya que el Gobierno Central tiende a abultar las cifras a través de los convenios de programación y los programas de pavimentos participativos, e insistió que "de no tender hacia una descentralización de las decisiones, se mantendrá la delincuencia, la contaminación y la insania mental".
