SANTIAGO.- Tal como se había anunciado, el General Director de Carabineros Manuel Ugarte, confirmó el paso a retiro del jefe de la Primera Zona Policial de Tarapacá, general Alvaro Arriagada Alarcón, y el jefe de la Dirección de Investigación Delictual y Drogas de Carabineros (Didrocar), general Camilo Castro Nustas, por sus responsabilidades en los errores de la investigación en el caso Alto Hospicio.
Asimismo y por las mismas razones, el director de Investigaciones, Nelson Mery, anunció el retiro del jefe de la prefectura Iquique de la institución, Héctor Solís, y del jefe de la Brigada de Investigación Criminal de Iquique, Ernesto de la Fuente.
El general Ugarte explicó que los oficiales pusieron sus cargos a disposición, y que él determinó su pase a retiro voluntario y de carácter indeclinable. "Ambos brillantes oficiales han asumido la responsabilidad de mando que les cabe, no teniendo ninguna responsabilidad directa en los hechos", sostuvo el Director de Carabineros.
El máximo jefe policial informó que el actual prefecto de Iquique, coronel Parejo, será trasladado y se examinará su responsabilidad administrativa así como también la del comandante Walter Morales, de la Dirección de Investigación delictual y drogas.
Ugarte detalló además que se dispuso el traslado del Jefe del OS-7 de Iquique, quien estaba a cargo de la investigación desde el principio.
"Lamento mucho esta situación, pero Carabineros es una institución seria, y a todos los oficiales se les ha dado la posibilidad del debido proceso, por tanto el Alto Mando ha obrado en consecuencia", concluyó Ugarte.
Carabineros e Investigaciones entregaron esta mañana en La Moneda los respectivos informes sobre la labor policial desarrollada en el caso Alto Hospicio.
Según sostuvo Nelson Mery, del informe entregado por la Policía de Investigaciones también se desprenden otro tipo de responsabilidades administrativas que ameritan sanciones y traslados disciplinarios al menos a un comisario, dos subcomisarios y dos inspectores "por no haber cumplido con el debido interés y resolución sus deberes policiales y profesionales de la investigación del caso de Alto Hospicio".
Consultado sobre cuáles a su juicio fueron los principales errores cometidos por la Policía de Investigaciones en el caso de las niñas desaparecidas en la localidad de la I Región, Mery afirmó que lo fundamental fue que "los detectives que investigaron el caso y quienes eran responsables de controlar la investigación propiamente tal, de fiscalizarla y de supervisarla, se apartaron gravemente del método de investigación criminalística, del rigor científico que se enseña en la Escuela de Investigaciones Policiales, que se refuerza después en la práctica policial y se sigue reforzando en toda la carrera funcionaria a través de los cursos de capacitación y de especialización".
