SANTIAGO.- El Presidente Ricardo Lagos pidió este miércoles la renuncia a su embajador en Venezuela, Marcos Alvarez (PRSD), acusado de formular declaraciones "no afortunadas" durante el golpe contra el Presidente Hugo Chávez, según informó la canciller Soledad Alvear.
La ministra de Relaciones Exteriores informó que por el momento la legación estará a cargo del ministro consejero José Miguel Cruz, quien en los últimos días había viajado a Caracas a reforzar la labor desempeñada por el embajador.
Marcos Alvarez -hermano del ex presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez- perdió la confianza del Gobierno tras las declaraciones emitidas el viernes pasado, luego del derrocamiento provisorio del Presidente Hugo Chávez.
Consultado por los medios nacionales ese mismo día, el ex representante diplomático chileno en Venezuela dijo que "el nuevo Presidente (Pedro Carmona) tiene una excelente relación con Chile".
Pero además de ello, el embajador Alvarez descartó que el levantamiento en contra del Gobierno de Chávez fuera un considerado como un golpe de Estado, y aprovechó de elogiar el espíritu democrático de ese país.
"Aquí no ha habido golpe de Estado. No lo ha habido (...) Me asombra la tranquilidad y civilidad de este pueblo, empapado de democracia durante 40 años. Las democracias, sabemos, también somos imperfectas, pero son democracias al fin y al cabo", diría Alvarez horas después del derrocamiento de Chávez.
Las declaraciones del embajador, más el comunicado oficial de la Cancillería en que se responsabilizaba de la crisis al mal manejo político-social del Presidente Hugo Chávez, dejaron en incómoda posición al Gobierno chileno frente a su par venezolano.
Por eso, desde ayer en fuentes de la Cancillería se daba por descontado que el embajador Alvarez tenía las horas contadas en el puesto.
La tesis quedó afianzada tras la orden impartida por la ministra Alvear para que del subdirector de Protocolo, José Miguel Cruz, viajara a Venezuela a ayudar al embajador Alvarez en la labor diplomática.
Al respecto, el senador Sergio Romero (RN) dijo que este capítulo deja claramente establecido que la Cancillería debe profesionalizarse en todas sus instancias y, en especial, en el servicio exterior.
"A un funcionario de carrera, a un hombre profesional en esta materia, no le ocurriría lo que le ocurrió al embajador Alvarez", dijo Romero; y consideró que el pedido de renuncia del representante diplomático, es la salida más fácil que tuvo el Gobierno para reparar las serie de errores cometidas tras el golpe de Estado en Venezuela.
"Los embajadores, como también otros funcionarios en otras carteras, se han convertido en fusibles de los errores de otras personas en el Gobierno", agregó el senador opositor.