Volver al especial Viña 2004VIÑA DEL MAR.- Hasta que llegó la primera víctima del Monstruo de la Quinta Vergara. Aunque para ser más precisos, habría que decir que la afectada no alcanzó a ser ni siquiera “herida” por el público. Natalia Cuevas, presa de los nervios arrancó del escenario terminando abruptamente su presentación.
Se le vio nerviosa a la humorista. Inició su show interpretando a su conocido personaje “Marjorie”, utilizando mucho la pantalla gigante para proyectar videos que complementaban su actuación.
Pero desde el comienzo se notó que algo andaba mal. Al parecer olvidó algunas de sus líneas, se puso nerviosa y ante las primeras pifias – o mejor dicho, pocas risas- se notó dubitativa y apresurada, sin la calma como para pensar en la posibilidad de cambiar de estrategia o intentar algo mejor.
Antes que eso, tomó una opción distinta, tragicómica. Presentó una breve coreografía y simplemente se despidió. Así no más, dejando al público esperando. No había pifias en ese momento. No hubo reacción. Hasta el mismo Antonio Vodanovic pareció desorientado, como tratando de explicarse si la actuación de Cuevas había finalizado o no.
La primera víctima huyó. No quiso ser comida y dejó al Monstruo plantado, lo que puede ser incluso peor. No hubo orgullo ni valentía. Sólo miedo a no saber salir delante de una situación difícil.