SANTIAGO.- Las palabras de Michelle Bachelet durante el último debate presidencial marcaron claramente la postura respetuosa de la candidata ante lo que analistas políticos han llamado el "bloque izquierdista latinoamericano", liderado por Hugo Chávez.
"Yo no estoy por una teoría de la demonización de lo que está pasando en América Latina. Creo que acá no hay un eje del mal de ciertos gobiernos y un eje de los que pudieran ser democráticos. Acá las amenazas no son las personas, que por lo demás están siendo elegidas por sus ciudadanos", dijo la candidata en alusión a este grupo.
El Presidente venezolano -la principal figura del llamado "eje"- fue primero el promotor internacional del recién electo Mandatario boliviano, Evo Morales, y hoy elogia abiertamente al polémico candidato peruano Ollanta Humala, en una actitud que ha sido duramente criticada por el gobierno de Lima.
Si bien Bachelet es la representante de la izquierda chilena –o centro izquierda, según sea la sensibilidad- la visión que este eje radical tiene de ella se acerca más a una simple simpatía que a un apoyo irrestricto a su opción presidencial.
Según el analista venezolano Simón Alberto Consalvi, quien fue Embajador de Venezuela en Estados Unidos (1989-94), "si hubiera una alternativa más radical que Michelle Bachelet, Chávez optaría por esa otra opción". Sin embargo, como esa posibilidad no existe, es claro que "entre Piñera y Bachelet, hay más simpatía por esta última".
Consalvi explica que a su entender existen dos izquierdas en Latinoamérica: "una radical y una democrática", en las que se enmarcarían Chávez y Bachelet, respectivamente.
El factor Estados Unidos
La relación con los norteamericanos es la que, a juicio del especialista, divide a estas dos posturas. "(A Bachelet) no la ven como una de ellos, como tampoco ven a Lula ni a Tavaré Vásquez, porque tiene una relación con EE.UU. distinta a la que tiene Chávez y a la que pretenden que tenga Evo Morales", explica.
El cientista político boliviano Carlos Cordero concuerda con este planteamiento. Para él, la política económica de los gobiernos de la Concertación y, por tanto, la de Bachelet, la acercan "a una línea pronorteamericana, de relaciones comerciales firmes y la distancian de este bloque de izquierda antineoliberal".
Sin embargo, Cordero cree que lo que puede unir a ambos es la actitud pragmática que manifiesta dicho bloque radical, sobre todo en la figura de Chávez, que "a pesar de su discurso antiimperialista separa muy bien lo que son los negocios de lo que son los discursos".
El analista afirma que el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales tiene una preferencia por Bachelet frente a Piñera. "Ellos creen que pueden existir mayores coincidencias con ella que con el candidato de la oposición", afirma.
Según Cordero, en el partido que comandará el nuevo gobierno existe la expectativa de que por la filiación socialista de Bachelet y por las declaraciones de apertura que ha tenido para con Morales, de ser electa, se pueda generar un acercamiento chileno-boliviano.
"Ellos (el MAS) estarían muy ilusionados en resolver un problema centenario que existe entre las dos naciones y que los partidos políticos tradicionales no lograron nunca", explica el analista. En el círculo de Morales se tiene la lectura de que con Bachelet esto sería más probable.
Acerca de Morales, la candidata socialista ha manifestado que "cada pueblo es soberano de elegir a sus propios mandatarios" y que en un eventual mandato suyo aspira a "tener las mejores relaciones con Bolivia y su gobierno".
En Perú, entre tanto, la preocupación está puesta en la contienda electoral de abril que definirá al nuevo Mandatario. Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista, ha recibido el público respaldo de Chávez, quien espera poder unirlo como un nuevo miembro del eje.
El especialista peruano en política internacional, Alejandro Deustua, manifestó desde Lima que a los ojos de los interlocutores serios del país, Michelle Bachelet comanda una candidatura "sensata y bienvenida". Deustua no ve vinculación ninguna entre un posible gobierno de la ex ministra chilena y el círculo de Chávez.
"El de Venezuela es un gobierno autoritario que ha concentrado todo el poder en el partido oficialista y específicamente en su Presidente. El de Chile, en cambio, es un gobierno democrático", afirma.
Reconoce las reales posibilidades de Humala de cara a las presidenciales peruanas, sin embargo, espera que el electorado no opte por esa posibilidad que considera "irracional". Para el analista, al igual que Chávez, Humala no es un izquierdista, sino que un "autoritario y populista", por lo que es imposible considerarlo un "socio" de un eventual gobierno de la candidata de la Concertación.
Bachelet ha manifestado que si el candidato nacionalista peruano –abiertamente contrario a Chile- resultase electo mientras ella es Presidente, "tendría que ver en su momento", si ir o no al cambio de mando. "Yo no hago política de ficción, como ministra de Defensa conocí sus planteamientos, por lo tanto, yo sé perfecto quién es él", declaró la candidata.