CIUDAD DE MEXICO.- El portero de la selección mexicana, Oswaldo Sánchez, que regresó a su país para asistir al funeral de su padre, retornaba hoy a Alemania con la intención de jugar en el debut de México el domingo ante Irán.
"Yo pienso que si alguien no quiere que estemos tristes es mi padre, fue siempre una persona alegre", señaló el jugador que viajará en avión privado en un vuelo sin escalas a Alemania.
Sánchez llegó el jueves veinte minutos tarde a la misa de cuerpo presente de su padre, que falleció el miércoles víctima de un infarto, y agradeció la presencia a unos 700 asistentes al oficio, más de la mitad hinchas de fútbol.
"Siempre que regreso a Guadalajara de una concentración siento una alegría inmensa, hoy no quería llegar", explicó el portero, quien debió tomar aire para evitar el llanto por la pérdida de su padre, que murió horas antes de viajar a Alemania donde deseaba apoyar a su hijo en el Mundial.
"Es mi ídolo y nunca se lo dije porque me faltaron agallas", agregó el futbolista.
Acompañado por Jorge Campos, antiguo portero del equipo nacional y auxiliar del DT, el argentino Ricardo Lavolpe, Sánchez llegó la tarde del jueves a Guadalajara después de 15 horas de viaje y enseguida se trasladó en una camioneta escoltada por policías a la misa de su padre.
Futbolistas retirados, directivos, aficionados y medios expresaron su solidaridad al jugador que poco después de la misa estuvo con su familia en la cremación del cuerpo de su padre.
Después de unas horas de descanso en Guadalajara, Sánchez viajaba este viernes a Alemania para aparecer el domingo como titular por primera vez en una Copa Mundial, pues en las dos anteriores fue suplente.