KAISERSLAUTERN, Alemania.- El tricampeón del mundo Italia se enfrentará el sábado a Estados Unidos en Kaiserslautern por el Grupo E con la firme intención de asegurarse el acceso a octavos de final, después de la confianza que le deparó el triunfo por 2-0 del debut ante Ghana.
"Vamos a calentar el ambiente", anunció el delantero Alberto Gilardino, y prometió un festival de goles contra los pupilos de Bruce Arena, que se estrenaron en Alemania con una derrota de 3-0 ante la República Checa.
Los italianos son conscientes de su calidad de favoritos, pese a que el entrenador Marcello Lippi, al que la victoria ha encumbrado a la categoría de "salvador de la nación" después de tanto sinsabor por el escándalo de corrupción, advierte que será un "partido difícil".
Lippi ha estudiado con el plantel los movimientos de los norteamericanos analizando minuciosamente horas de video. "Es muy importante porque no conocemos a muchos de los futbolistas de Estados Unidos", explicó Andrea Pirlo, autor del primer tanto contra Ghana.
Por primera vez, Lippi contará con la totalidad del conjunto. A la defensa retorna Gialuca Zambrotta tras su recuperación de la lesión de muslo y el centrocampista Gennaro Gattuso está repuesto, por lo menos para estar en el banco.
Al igual que contra Ghana, el genial Francesco Totti, que aún no llega al cien por ciento de su rendimiento, será favorecido nuevamente en detrimento de Alessandro del Piero, cuya impaciencia y descontento van en franco aumento.
En la delantera estará junto a Gilardino el talentoso Luca Toni. "Quiero hacer un gol contra Estados Unidos", anunció el máximo goleador italiano.
Los delanteros infunden mucho respeto a Bruce Arena, el técnico de los estadounidenses. "Toni y Gilardino me preocupan más que Totti", señaló el seleccionador, quien probablemente envíe a la cancha una formación más ofensiva que contra la República Checa, con Brian McBride de segunda punta.
"El plan es secreto todavía", comentó Arena. El técnico de origen italiano no puede ocultar su admiración por el país de los ancestros. "Mis abuelos son de Nápoles y Sicilia. Me gusta Italia", dijo, para tranquilizar acto seguido a los sorprendidos periodistas norteamericanos: "Pero yo me siento estadounidense".
Arena, que condujo al equipo de Estados Unidos a cuartos de final en 2002, no se ha despedido del torneo. "No estamos en estado de coma y queremos ganar", proclamó.