LEIPZIG.- El francés Zinedine Zidane, uno de los últimos grandes cracks del fútbol mundial, podría haber jugado hoy su último partido oficial, un cierre poco digno para una carrera brillante.
Zidane, que cumplirá 34 años el próximo jueves, fue amonestado hoy en el decepcionante empate 1-1 ante Corea del Sur y no podrá jugar el viernes ante Togo, duelo que definirá si Francia avanza a octavos de final.
Si los europeos no lo hacen, Zidane habrá jugado entonces hoy su último partido oficial, pues anunció su retiro de las canchas para cuando finalice el Mundial de Alemania.
El héroe de la Francia que ganó el Mundial de 1998, tres veces elegido por la FIFA como mejor jugador del mundo (1998, 2000 y 2002) y figura estelar y múltiple campeón, primero en Juventus y luego en Real Madrid, podría haber tenido así un final poco acorde a su trayectoria.
Tras un muy pobre partido, el DT francés Raymond Domenech ordenó su salida a los 90', para darle lugar al atacante David Trezeguet, en una Francia desesperada por la victoria.
Un minuto antes había perdido tontamente un balón en pleno ataque. Zidane se sacó la cinta de capitán y se la entregó a Trezeguet, a quien apenas saludó tocando su mano, pasó por detrás de Domenech siquiera sin mirarlo y se dirigió furioso a la banca de suplentes.
