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KAISERSLAUTERN, Alemania.- Jugó un tiempo bien y el otro lo hizo en forma casi tan mediocre como en sus dos partidos anteriores, pero al final lo único que importa es que Paraguay venció por 2-0 a Trinidad y Tobago y se despidió de Alemania al menos con tres puntos que hacen más honrosa su deslucida participación en el Mundial.
En el comienzo del partido se vio a Trinidad y Tobago un poco más insinuante que el conjunto guaraní, quizás sabiendo que un triunfo le permitía al menos soñar con la posibilidad de acceder a segunda ronda, dependiendo del resultado que se produjera en el partido que simultáneamente disputaban Inglaterra y Suecia. Pero con el correr de los minutos fueron los sudamericanos quienes se hicieron dueños del balón y empezaron a complicar sobre todo por arriba al atento portero Calvin Jack, quien trataba de hacer lo posible para salvar a su equipo ante las constantes anticipaciones que sufría la zaga contra los potentes Roque Santa Cruz y Nelson Haedo Valdez.
Fue así como de los pies de Julio dos Santos y gracias al apoyo de un luchador mediocampo compuesto por Paredes y Barreto nacieron las mejores ocasiones de un Paraguay que por fin se parecía en este Mundial al equipo que en las clasificatorias sudamericanas siempre se hace complicado y es capaz de pararse sin temores frente a cualquier selección.
Por eso no sorprendió que la apertura de la cuenta llegara en una pelota aérea que el defensor Julio César Cáceres logró interceptar tras un tiro de esquina y que luego encontró la cabeza de Brent Sancho, quien desvió el balón en su intento por despejar el peligro de su arco, descolocando completamente al portero Jack.
A partir de ahí Paraguay lució más suelto y en los minutos finales fue capaz de crearse varias opciones para aumentar la cuenta e incluso consiguieron un gol que posteriormente fue mal anulado por el árbitro italiano Roberto Rosetti, quien sancionó posición de adelanto de Haedo Valdez –que no intervino en la jugada- luego de una lucida acción personal de Denis Caniza por la banda derecha.
En el complemento se intercambiaron los roles viéndose a Trinidad y Tobago mucho más jugado en ataque, por lo que no llamó la atención que en varias ocasiones estuvieran muy cerca de vulnerar el arco de Bobadilla, pero la pasmosa impericia de sus delanteros fue la causa por la cual los sudamericanos podían mantener a duras penas la mínima ventaja conseguida en el primer tiempo.
Mientras los centroamericanos dominaban casi por el completo el balón gracias al buen desempeño del recién ingresado Latapy, Paraguay apenas podía salir de su campo y por eso el entrenador Aníbal Ruiz intentó probar variantes como el ingreso de Nelson Cuevas, que entró a la cancha muy poco generoso y casi siempre prefirió resolver las jugadas solo antes que ceder para sus compañeros mejor ubicados.
Pero el popular "Pipino" parece que siempre tiene una sorpresa bajo la manga, ya que tal como en el Mundial anterior, cuando entraba de la banca y anotaba goles importantes, en este partido también tuvo la suerte de convertir y sentenciar el marcador a favor de su equipo, en un resultado que finalmente servirá sólo para que los sudamericanos puedan volver a casa con tres puntos que no borrarán la mala imagen mostrada en Alemania.
Ficha del partido
Paraguay: Bobadilla - Caniza (89’ Da Silva), Cáceres (77’ Manzur), Gamarra, Núñez - Barreto, Acuña, Paredes, Dos Santos - Santa Cruz, Haedo Valdez (66’ Cuevas). DT-Aníbal Ruiz
Trinidad y Tobago: Jack - Edwards, Sancho, Lawrence, Avery John (31’ Jones) - Yorke - Birchall, Whitley (67’ Latapy), Theobald - Glen (41’ Wise), Stern John. DT-Leo Beenhakker
Goles: 1-0 Sancho (25’/autogol), 2-0 Cuevas (86’).
Árbitro: Roberto Rosetti (Italia).
Tarjetas amarillas: Paredes, Dos Santos (Paraguay); Sancho, Whitley (Trinidad y Tobago).
