LEIPZIG.- La selección argentina considera a México un rival peligroso para los octavos de final del Mundial de Alemania, pese a que los aztecas no han exhibido todo su potencial en su discreta primera fase.
México clasificó a la siguiente instancia con apenas cuatro puntos producto de un triunfo ante Irán, un empate con Angola y la caída frente a Portugal en el cierre del Grupo D.
Pero el entrenador argentino José Pekerman no se engaña por esa discreta primera fase de los aztecas, que siempre le dieron pelea a los gauchos sudamericanos.
En los últimos enfrentamientos, México derrotó a Argentina 1-0 en la primera fase de la Copa América Perú 2004, luego de que los albicelestes, entonces dirigidos por Marcelo Bielsa, golearan 6-0 a Ecuador.
El más reciente choque se produjo en la Copa de las Confederaciones de 2005, cuando el equipo argentino, ya dirigido por Pekerman, derrotó con muchas complicaciones a los aztecas, en los penales, después de haber empatado en el tiempo reglamentario (0-0) y en la prolongación (1-1).
"México conoce el potencial que tiene Argentina y nosotros sabemos que México será un gran rival", dijo Pekerman tras el empate 0-0 del miércoles con Holanda que selló el liderazgo de los albicelestes al frente Grupo C.
El orientador argentino agregó que "siempre tuve una imagen positiva de México, por algo está en posiciones de vanguardia en el ranking de la FIFA (Federación Internacional del Fútbol)".
Además, su colega y compatriota Ricardo Lavolpe conoce como ningún otro entrenador rival al equipo argentino y seguramente dispondrá celosas marcaciones a los jugadores gauchos más desequilibrantes.
Los albicelestes llegarán al encuentro del sábado en Leipzig fortalecidos por una destacada actuación en el Grupo C, incluida una goleada histórica ante Serbia y Montenegro por 6-0, la más abultada del Mundial de Alemania hasta ahora.
Ante Holanda, Pekerman dispuso el ingreso de varios "suplentes" para preservar a los "titulares" de las tarjetas amarillas y a otros por cansancio.
Entre los "suplentes", entraron ante Holanda nada menos que los habilidosos Lionel Messi y Carlos Tévez, el mejor jugador del encuentro, en reemplazo de Hernán Crespo y Javier Saviola, el más destacado en los dos primeros choques. Todo un problema para Pekerman.
El remozado equipo argentino estuvo a la altura del complicado adversario y ambos equipos disputaron uno de los encuentros más bonitos del Mundial, jugado a gran ritmo y con numerosas situaciones de peligro.
Argentina se sacó encima el síndrome de la eliminación temprana en Corea del Sur y Japón-2002, que pesaba toneladas en el actual plantel, y más suelto se dispone a cosas mayores en la cita germana.
"Argentina está con mentalidad ganadora y con ganas de seguir adelante en el Mundial", subrayó Pekerman, quien no abandona su habitual cautela aunque el equipo sudamericano invite a soñar.
