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BERLÍN.- Ya está aquí: el estadio olímpico de Berlín alberga hoy el partido más esperado en cuatro años: la final del Mundial de fútbol. Un choque entre Italia y Francia que promete ser una obra maestra de la defensa, pero que incluye también a un Zinedine Zidane deseoso de más gloria en el último partido de su vida y a una "squadra azzurra" renovada y goleadora.
Cerca de 1.500 millones de personas en todo el planeta y 69.000 en el estadio berlinés seguirán el último partido de Alemania 2006, un Mundial pobre en goles que verá enfrentarse a dos equipos especialistas en evitarlos.
"Espero que sea una final emocionante, pero no esperen muchos goles", advirtió ya el "Kaiser" Franz Beckenbauer, feliz con el Mundial que organizó aunque un tanto decepcionado por las pocas veces que se movieron las redes: 2,30 goles por partido, demasiado cerca del récord negativo de 2,21 en Italia 90. Un Mundial, por primera vez en la historia, sin hat-tricks.
Pero que no haya demasiados goles no quiere necesariamente decir que el partido deba ser aburrido: el mejor ejemplo fue la semifinal entre Alemania e Italia, una noche notable de fútbol pese a que no se anotó hasta el minuto 119.
Los pronósticos
Italia parte como leve favorita ante una Francia que dio el gran golpe del torneo al eliminar a Brasil en cuartos de final. Al igual que Brasil y Argentina, los "azzurri" suman 11 goles en el certamen, más que ningún otro equipo. Pero a diferencia de los brasileños, su defensa funcionó a la perfección, al igual que la francesa, y por eso están en la final, igualando así en nueve el número de títulos que se reparten europeos y sudamericanos.
Si Italia mantiene su arco imbatido mañana, será un récord histórico: ningún equipo ganó el Mundial, ni llegó a estar entre los cuatro primeros, recibiendo sólo un gol. Y el único recibido por Italia fue hecho por Cristian Zaccardo, en contra. Gran mérito de la defensa comandada por Fabio Cannavaro, el jugador napolitano que mañana cumplirá 100 partidos con la "nazionale".
El quinto integrante de ese muro infranqueable, Gianluigi Buffon, sólido arquero italiano, tiene el desafío añadido de mejorar el récord mundialista de 517 minutos de su compatriota Walter Zenga sin recibir goles: hasta hoy lleva 453.
Las estrategias
Pero que Italia sólo haya recibido un gol y Francia apenas dos no quiere decir que no haya creación y vocación por el ataque en ambos, claros ejemplos del 4-2-3-1 que se impuso como marca del éxito en Alemania 2006. Eso sí, todo a su debido momento.
Difícilmente Marcello Lippi apueste a liberar desde el primer minuto todas las fuerzas que soltó ante Alemania, cuando en el final del partido se juntaron los talentos ofensivos de Francesco Totti, Alessandro Del Piero, Vincenzo Iaquinta y Alberto Gilardino. Lo más probable es que haya que esperar al desarrollo del partido, porque el primer objetivo es defender el cero en el arco propio.
Si llega el momento, entonces sí se soltará Andrea Pirlo, espíritu rector del equipo italiano, "un Zico delante de la defensa", en palabras de Johan Cruyff. Entonces quizás vuelva a ser héroe el lateral izquierdo Fabio Grosso, salvador de la "azzurra" ante Australia y Alemania.
Si llega el momento, entonces sí se impondrá el talento de Zidane, la velocidad de Franck Ribery y Florent Malouda, o quizás incluso la hasta ahora no muy exhibida capacidad goleadora de Thierry Henry.
La estadística señala que Francia es un equipo que trae malos recuerdos a Italia, porque las últimas tres veces que "azzurri" y "bleus" se encontraron en Mundiales o Eurocopas el éxito fue para los franceses: hay que remontarse a Francia 38 o Argentina 78 para encontrar triunfos italianos.
Por otra parte, hay que ir hasta el 2-1 de Polonia sobre Italia en Alemania 74 paa derrota italiana en Mundiales en suelo europeo, más allá de que en la península aún duele la caída por penales ante Argentina en las semifinales de 1990, derrota que Cannavaro vivió como recogepelotas aquella noche en el San Paolo.
No deja de ser curioso, pero el escándalo del "calcio", con la Juventus hundida hasta el cuello, pareció servir de impulso a Italia en el Mundial. Lo de Francia fue diferente: comenzó lento, mal, burlándose de su entrenador, Raymond Domenech, bordeando la eliminación. Pero brilló en el momento justo, ante Brasil, y todo cambió.
Hoy el objetivo es claro: Francia busca su segundo título, Italia el cuarto. Zidane, renacido, sueñaue ya saboreó hace ocho años. Italia, encendida, sueña con ganar y desterrar el recuerdo del "catenaccio". Es la final del Mundial, y sólo uno podrá cumplir sus sueños.
Probables alineaciones:
Italia: 1 Buffon - 19 Zambrotta, 5 Cannavaro, 23 Materazzi, 3 Grosso - 16 Camoranesi, 8 Gattuso, 21 Pirlo, 20 Perrotta - 10 Totti - 9 Toni Entrenador: Marcello Lippi
Francia: 16 Barthez - 19 Sagnol, 15 Thuram, 5 Gallas, 3 Abidal - 4 Vieira, 6 Makelele - 22 Ribéry, 10 Zidane, 7 Malouda - 12 Henry Entrenador: Raymond Domenech
Arbitro: Horacio Elizondo (Argentina)
