BERLÍN.- El presidente del comité organizador, Franz Beckenbauer, lamentó hoy la expulsión del francés Zinedine Zidane tras un cabezazo contra el italiano Marco Materazzi en la final del Mundial de fútbol de Alemania 2006.
"Eso no le puede pasar a alguien como Zidane. Algo le debe haber dicho Materazzi", sostuvo Beckenbauer. "Zidane debilitó así a su selección. Todos sabemos lo sensibles que son los franceses. Si no ven más a su capitán, se vienen abajo".
Beckenbauer consideró, sin embargo, que "Zidane es un gran futbolista y lo sigue siendo". "El partido contra Brasil lo ganó él solo. Y es una pena que deje de jugar. En el Bayern lo recibiríamos con los brazos abiertos. Y que se despida así, no lo entiendo".
Comentando la agresión de Zidane al defensa italiano, que en un principio ni el árbitro ni el juez de línea parecen haber visto, Beckenbauer dijo que en una situación así podía entender que alguien les haya avisado.
En cuanto al desarrollo general del Mundial, el "Kaiser" se mostró absolutamente satisfecho: "Todo funcionó desde el principio. No podía haber sido mejor. Todo encajó. No puedo más que agradecer a Dios que haya sido así".
"También el tiempo. En la apertura, todavía estábamos abrigados, y unos días después ya había llegado el verano", comentó.
Beckenbauer también alabó el trabajo de las fuerzas de seguridad: "Debemos dar las gracias a los policías, que siempre se mantuvieron en segundo plano y siempre sonrieron".
El organizador máximo del Mundial destacó sobre todo el entusiasmo de las fiestas de los aficionados: "Aquí en Berlín, un millón de personas de diferentes nacionalidades y religiones celebraron juntas. Fue increíble. Así se imagina Dios el mundo".