BERLIN.- Europa ganó en Alemania 2006 su noveno título, con lo que igualó en trofeos a los equipos de América, tras 18 ediciones disputadas, por lo que Sudáfrica 2010, terreno neutral, servirá para dictaminar sentencia entre ambos continentes.
Tras el triunfo de Italia, Europa suma nueve títulos, con los cuatro de los "azzurri", Alemania (3), Francia (1) e Inglaterra (1), los mismos que América, gracias a los cinco de Brasil y los cuatro que se reparten Argentina (2) y Uruguay (2).
La anterior ocasión en que se jugó un Mundial en terreno neutral fue en Corea del Sur y Japón en 2002, donde se coronó Brasil, lo que da unas buenas expectativas para los equipos de la Conmebol.
En Sudáfrica 2010 habrá componentes que juegan en favor de Sudamérica y otros en contra.
Una cosa a favor a los equipos sudamericanos, sobre todo de Brasil, es que en Sudáfrica no se dejará sentir tanto la localía de los equipos europeos.
En esa parte del mundo, y en Africa en general, los habitantes tienen cierta atracción por los equipos sudamericanos, y por Brasil en particular, por lo que los equipos latinoamericanos se sentirán un poco más en casa que en Europa.
En contra de los equipos latinoamericanos estará el hecho de que el fútbol se ha convertido cada vez más en un deporte resultadista, en que los equipos afinan sus tácticas para jugar al contragolpe, y en eso los equipos de la Conmebol, más ofensivos, tienen la batalla perdida.
La presencia en semifinales de cuatro equipos especuladores, como Francia, Italia, Alemania y Portugal, trae negros nubarrones sobre el fútbol latinoamericano, más de toque y menos de cálculo.
Los equipos europeos se han hecho fuertes con es forma de jugar, y la van a tratar de mejorar, tras los ejemplos de Italia y Francia en el Mundial y Grecia en la Eurocopa.
Ante esta tendencia, Sudamérica tiene que hacer valer su magia, adaptándola a los nuevos registros del fútbol mundial, es decir no descuidando la defensa.
Brasil tendrá un equipo renovado, con Ronaldinho y Robinho como líderes, pero ya sin los Roberto Carlos, Cafú y tal vez Ronaldo, que tratarán de devolver a Brasil el honor perdido en Alemania.
Para Argentina, su nuevo fenómeno, Lionel Messi llegará en todo su esplendor, con 23 años, y una nueva generación en la que estarán sin duda Fernandon Gago y Sergio Agüero. Con estos elementos, prometen un buen papel.
Por su parte, México, apostará sin duda por los componentes que le dieron el título en el último Mundial Sub-17.
Con los elementos que tienen los equipos latinoamericanos, las perspectivas son buenas para obtener su décimo título y recuperar la hegemonía respecto a Europa.