MILAN.- "No le dije nada que tuviera que ver con racismo, religión o política", aseguró el defensor italiano Marco Materazzi, cuyos comentarios provocaron la polémica agresión del francés Zinedine Zidane en la final del Mundial.
"Tampoco hablé de su madre. Perdí la mía a los 15 años y todavía me conmuevo cuando hablo de ello", agregó Materazzi, quien visitó hoy la redacción del diario milanés Corriere della Sera, donde dialogó con algunos periodistas.
El propio Zidane reconoció que no fueron de tinte racista los insultos de Materazzi, pero sí agraviantes para su familia, durante una entrevista televisiva con Canal Plus en la que pidió disculpas por su reacción, pero dijo no estar arrepentido.
Materazzi envió sus "mejores augurios" a la madre de Zidane y aclaró que "no sabía que estuviera en el hospital", como tampoco parece saber que la mujer sugirió que el rudo zaguero italiano debería ser castrado, en declaraciones que recoge el diario británico The Mirror.