Cleveland Heep (Paul Giamatti) es algo más que el conserje de un edificio, es gásfiter, electricista y un maestro chasquilla dedicado en cuerpo y alma a la atención de los vecinos y alguien que se ha escondido del mundo para proteger sus penas y secretos.
"La dama del agua" transcurre en este escenario único: los pasillos, subterráneos y lavandería de un edificio frente a una piscina que colinda con un bosque, sin vistas al exterior o a la ciudad y en un espacio enclaustrado que remite a las últimas películas de M. Night Shyamalan: la granja de "Señales" (2002) o la secta de "La aldea" (2004), donde existen pequeños mundos y puñados de personajes que se conectarán con la ciencia ficción o con el terror, con seres del espacio exterior o con una raza de hombres lobos de la foresta.
También en "Sexto sentido" (1999) o en "El protegido" (2000), sus mejores películas, existía este encuentro con lo fantástico, donde Shyamalan filmaba esa frontera y sus bordes, esa franja donde conviven hombres con monstruos, seres vivos y fantasmas.
En "La dama del agua" está la huella de una filmografía cada vez más descaminada y sin brújula, y este es un ejemplo de película fallida porque carece de tensión y suspenso, desarrolla una mitología impresentable y está filmada de manera gris y plana.
Una voz en off explica que en tiempos remotos los seres acuáticos y terrestres vivían próximos y en comunidad, pero los segundos se enfrascaron en guerras y desastres y se separaron de los primeros que todavía, pero muy de tarde en tarde, intentan hacer contacto. Éste es el caso.
Por el equipo terrestre estaría el conserje Heep y lentamente se incorpora el resto de los vecinos, que es una reunión de anglosajones, latinos y asiáticos; el propio M. Night Shyamalan interpreta a Vick, nada menos que un escritor visionario, y entre medio el señor Farber (Bob Balaban), un crítico de cine y libros que es lo único más o menos divertido de la película, por lo charlatán e inútil.
Por el equipo acuático y al fondo de la piscina, vive una narf (Bryce Dallas Howard), una pariente de las ninfas que no es una cualquiera: es la reina de las narf y la guía del Mundo Azul, que necesita ser protegida por algunos de los vecinos, siempre y cuando encuentren su identidad oculta: uno es un guardián, otro el intérprete y algunos son los miembros de una sociedad. Heep debe descubrir quién es quién en el edificio.
La narf será rescatada por un águila gigantesca, pero requiere protección contra los scrunts, unos feroces lobos asesinos, que sólo pueden ser detenidos por los malvados tarturic que son tres y viven entre los árboles, porque son mezcla de mono y hombre.
Es probable que en el futuro la película dispute lugares de avanzada en la categoría de historias descabelladas. Es difícil que supere a "Curucú: la bestia del Amazonas" o a "La cosa que no quería morir". Hasta en esto le fue mal a "La dama del agua": salió tercera.