Nacho (Jack Black) es un hombre sin talento. Se crió en un monasterio en México del que ahora es el cocinero, pero no parece encajar. Nacho quiere a los huérfanos para los que cocina, pero todo lo que hace sabe fatal. Según él, esto se debe únicamente a que tiene una pésima materia prima, pero de igual modo se da cuenta de que debe ingeniárselas para cocinar algo mejor para "los pobres huérfanos que no tienen nada" (... y, de paso, impresionar a la preciosa hermana Encarnación). Así, se le ocurre la idea de ganar dinero convirtiéndose en luchador de lucha libre y descubre que en esta área tiene un don innato. De este modo, Nacho se unirá a un compañero poco convencional, Esqueleto, un hombre delgadísimo, y por primera vez siente que tiene un objetivo en la vida.