Edukadores

Esta película logró una hazaña en Cannes hace un par de años: fue la primera cinta germana en competir en el festival francés luego de 11 años de ausencia alemana. ¿La razón? "Los edukadores" es un filme poco convencional y que de alguna manera se atreve a retomar la posta del Nuevo Cine Alemán, que quebró el status quo de una industria anquilosada en la fórmula y la repetición. Wenders, Herzog, Fassbinder fueron faros en la era del cambio fílmico germano hace décadas, pero en la actualidad los herederos de la vanguardia hacían gala por su ausencia. Eso hasta que en Cannes "Los edukadores" ofreció esperanzas. La historia es sobre tres jóvenes berlineses antisistema, antiglobalización y anticapitalismo que observan el choque de sus discursos incendiarios con la "real" realidad. Son idealistas en un mundo sin ideales y conscientes de una derrota con tintes trágicos que se acentúa cuando, sin pensarlo, abducen a un próspero y maduro empresario, él mismo un ex joven idealista y dirigente en los años 60 convertido en todo lo que decía odiar siendo un universitario. "Los edukadores", de Hans Weingartner, es una cinta fresca, filmada con cámara al hombro y en regla según la norma de las formas de cine indie y alternativo. Sin embargo, su doble y mayor mérito radica en poner el dedo en una llaga no sólo social (la pérdida de idealismos, las contradicciones económicas de un país desarrollado), sino que también en la llaga artística más molesta para la cinematografía alemana reciente: ser incapaz de superar el fantasma del glorioso Nuevo Cine Alemán. Por lo menos, los realizadores de "Los edukadores" lo intentan con harta dignidad.