Por primera vez a Chile llega a Chile el artista cubano Antuan Riguez, considerado un creador controversial, de una producción artística iconoclasta y de un atrevimiento controlado, y definido por la crítica como un “cocinero de conciencia”, calificativos que desde el 5 de octubre exhibe en Galerías Matthei para el público chileno.
El trabajo de Riguez está orientado a transmitir ideas o señales que apuesten por un desarrollo de lo humano y que muestren la esencia de las relaciones entre los seres vivos. Asimismo es que disfruta la interacción del público con su obra y, en la mayoría de los casos, intenta hacerlo partícipe de la misma.
Sobre su afán de manipulación de su entorno y la curiosidad detrás de su trabajo, el propio Riguez cuenta que “desde niño yo sentía el impulso de crear cosas funcionales, siempre deseé inventar objetos que pudieran estar muy cerca de los hombres y siempre creí que sería capaz de inventarlos”.