Hasta mediados de noviembre, la escultora y ceramista, María Eugenia Sahli Cruz, presentará su tercera muestra individual. Son más de 20 esculturas de diverso formato, en una muestra que completa una trilogía que la artista viene desarrollando desde principios de 2000, con las exposiciones "Contemplación" (2002) y "Attendere" (2005).
En esta oportunidad, la artista se reinventa a través de la exaltación de las múltiples propiedades de la técnica del gres, de la plasticidad y visualidad de la materia, de la pasta, que transmite los gestos y búsquedas formales por medio de interesantes texturas y matices de colores, que sutilmente van definiendo las composiciones.
El ser humano vuelve a aparecer en la cima del volumen, pero esta vez enfrentado a las multitudes, abierto a los otros. A través de esta tercera exposición, María Eugenia Sahli Cruz, culmina un ciclo de reflexión en torno a las relaciones humanas, a la trascendencia del hombre, la identidad, la soledad y a su propia condición de mujer y de madre.