Una tontería para reírse
JUAN ANTONIO MUÑOZ H.
Nunca está de más pasarlo bien un rato. Esta obra vale por eso y porque ver actuar a Tomás Vidiella casi siempre es un agrado. Las carcajadas en la noche de estreno confirman lo que producirá en el público.
Aunque no lo dice la invitación ni se anuncia en los créditos finales, "Kuarteto" es una adaptación de "Violines y trompetas", del español Santiago Moncada ("Brujas"). El argumento muestra a dos hermanos (Vidiella y Horacio Videla) que comparten a la misma mujer (Liliana García) y que han logrado tener una relación afectiva, a pesar de que el adulterio es una realidad incontestable.
Moncada sorprende al dar vuelta todos los clichés sociales, porque aquí nadie siente perturbación alguna ante las incómodas situaciones suscitadas, lo que causa hilaridad general.
No es más que un sketch bastante bien actuado, superficial y liviano. Sube de categoría porque los actores lo hacen bien, aunque durante el estreno hubo olvidos y cambios de textos que no pasaron inadvertidos. A pesar de eso, Vidiella se mostró versátil, capaz de hacer esta pieza después de protagonizar "¿Quién le tiene miedo a Virginia Woolf?"; Liliana García brilló por su fluidez y su simpatía escénica; Horacio Videla, a quien hace tiempo no se veía en los escenarios, estuvo convincente y seguro. Sólo la joven Margarita Sarkis todavía no logra liberarse de la maqueta que propone su personaje.
La puesta contempla filmaciones intercaladas a la acción, una escenografía sin relieves y descuidada, y no hay un proyecto de iluminación.
Un ejemplo de teatro comercial que pudo ser mucho mejor, sin duda.