Ficción de un origen

Dos fotografías tipo carné pixeladas al máximo y agigantadas hasta alcanzar 3.90 m de alto por 2.40 m de ancho, más una frase del poeta Paul Celan, son los elementos básicos de la propuesta pictórica que presenta la artista Nury González en su muestra "Ficción de un Origen", presenta en la Sala Gasco.

Las fotografías corresponden al rostro de la artista antes de ingresar al consulado de España, para recibir la nacionalidad de ese país —la misma de su familia— y luego al salir de ese recinto, con lo que busca reflejar la idea del rostro como reflejo de la sutileza de la identidad y el origen, en un proyecto que se consolida durante su participación en la Bienal de Pontevedra, cuyo tema fueron las migraciones.

La frase de Celan "pero, ¿no trazamos todos la escritura de nuestros destinos a partir de tales datas?", es la que dota de sentido la búsqueda en relación con el significado de las fechas y el tiempo, y será instalada sobre un muro intervenido con color, en setenta y cinco cernidores de acero inoxidable que contienen cada una de las 69 letras y signos que constituyen la frase, bordadas en punto cruz. El material también estará presente en cada pixel de los rostros fotografiados, que será cubierto por un cuadrado de lana hilada, cardada y tejida a mano. Todo este trabajo sólo podrá ser apreciado en su real magnitud al alejarse de obras que parecen inmateriales e inconducentes, adquiriendo su significado en el efecto de enfoque y desenfoque.
 
Nury González justifica su trabajo con el rostro en que éste constituye "la sede de la identidad y devela todo: los miedos, las traiciones; el rostro habla".

El montaje se instalará progresivamente en la sala Gasco durante noviembre.