Abandonando el humor macabro y brutal que caracterizara sus anteriores dramas, el Premio Nobel Harold Pinter nos ofrece esta obra casi beckettiana, en la que tres hombres esperan algo que nunca llega, y que fue estrenada por primera vez en abril de 1960 en Londres.
La historia narra la experiencia de los hermanos Mick y Aston, quienes dan alojamiento en una de las habitaciones de su casa a Davies, un viejo vagabundo a quien Aston ha salvado de una paliza. A pesar de que Davies es un personaje dominante y comienza a comportarse como si fuera el dueño, Aston sigue siendo benevolente con él y le ofrece el cargo de cuidador por una temporada, ocasión que Davies aprovecha para intentar enemistar a los dos hermanos.
Un reflejo de nuestros propios mundos llenos de temores, desconfianzas e incoherencias, desconectados de la realidad circundante y de otras realidades.
El montaje es dirigido por el británico Pete Brooks, uno de los directores líderes del teatro inglés de vanguardia y experimentación.