El Ikebana proviene de una antigua tradición que tenían los budistas chinos de hacer ofrendas florales a Buda. En el siglo VI los misioneros chinos, que se fueron a Japón, dieron a conocer este arte que mantuvo su condición de ofrenda divina hasta el siglo XV. A partir de entonces, al Ikebana se lo consagra como un arte.
El Ikebana, principalmente, se basa en la armonía de una simple construcción lineal en base a la inclusión de flores o elementos que ofrece la naturaleza, donde el diseño juega un rol fundamental. El color, la forma, la textura y la línea son detalles imprescindibles para crear una obra de Ikebana.
Para quienes se interesen en esta forma de arte y quieran crear sus propios arreglos florales, el Club de Jardines de Chile ha incluido en sus cursos y talleres de verano 2007, un curso de Ikebana, dictado por Rosita Aguilera, egresada de la Escuela Imperial Koryu y Licenciada en Arte de la Universidad de Sofía, ambas en Tokio – Japón.
Este curso, que comienza el lunes 15 de enero, tiene como fin entregar conocimientos acabados (teoría) y técnicas específicas (práctica) en cinco sesiones, para que quienes se inscriban puedan aplicarlos tanto a nivel profesional, como casero.