Niños del hombre

Notables pesadillas del futuro

Theo Faron (Clive Owen) es un desencantado funcionario público en el Londres del año 2027. Vive la rutina de la desesperanza en una ciudad del futuro sucia, caótica, lejos del ideal de "Los supersónicos", con los inmigrantes cazados como animales y con la amenaza terrorista a la vuelta de la esquina. De hecho, los bombazos están a la orden del día en este estado policial, una pesadilla de George Orwell convertida en ruda realidad. Sin embargo, se trata de la urbe más segura del orbe, pues el mundo vive un caos terminal por una razón clara y apocalíptica: nadie puede engendrar hijos. No hay niños en el mundo de "Niños del hombre", una notable cinta de ciencia ficción del director mexicano Alfonso Cuarón, que recoge las peores visiones del futuro en un tono realista y unido en regla al mejor thriller y a la mejor reflexión del estado de las cosas en el presente: racismo, inmigración, terrorismo y paranoia.

Descendiente directo del detective Rick Deckard de "Blade runner" (el clásico de 1982 de Ridely Scott), Theo, el protagonista, es un apagado cínico consciente de las horas contadas de la humanidad. La cámara del director de fotografía Emmanuel Lubezki ("Nuevo mundo") es un prodigioso ojo-testigo que sigue a Theo y el lento funeral que vive el planeta. La dirección de arte en este sentido es soberbia, hay sorpresas en cada rincón de este mundo del futuro y el entorno combina con el arco dramático planteado: Theo se mueve entre su padre, un viejo y retirado activista (Michael Caine, siempre necesario), y la sorpresa de reencontrarse con su ex mujer, Julianne Moore, supuesta terrorista y quien le delega una gran responsabilidad: proteger a una joven que rompe lo imposible. Está embarazada y sí, es la última esperanza de la humanidad.

Diseñada como una road movie, "Niños del hombre" es una aventura mayúscula, que avanza por los caminos de la entretención masiva, por un lado, y por la ruta bienpensante de la anotación inteligente, por otra parte. Una maravillosa extravagancia que confirma la visión superior de Alfonso Cuarón: el autor que ha hecho la mejor cinta de la saga Harry Potter ("El prisionero de Azkabán") y que ha sido capaz de mantener su caligrafía intacta a pesar del cambio de género, país e idioma.

Ernesto Garratt Viñes