VIÑA DEL MAR.- En su sello, bromeando con los periodistas (y con casi todos, en realidad), llegó Álvaro Salas a la conferencia de prensa en el Hotel Sheraton, un día antes de su actuación en el Festival de Viña.
El humorista no quiso adelantar parte de su rutina –"no puedo adelantar nada, yo también le pedí un adelanto al canal y no me lo quisieron dar"–, pero anunció que su show durará alrededor de una hora. "En el caso del humorista eso depende del público, pero el acuerdo son 50 minutos".
Salas también anunció que su rutina girará en torno al humor que lo caracteriza: chistes familiares y domésticos, con los cuales espera ganarse a un público al que no le teme. "Soy de Valparaíso, viví en Viña, así es que para mí el monstruo no es tan monstruo".
Aparte aprovechó de manifestar su poca confianza en que los minutos que gastó en dar una rueda de prensa sean efectivamente considerados por los medios de comunicación. "Hoy no salen las conferencias, salvo que uno se ponga a llorar o se le salga algo".
Salas también lanzó un pequeño reclamo: "lamento que este año haya pocos humoristas. Con 'Palta' Meléndez nos preocuparemos de hacer una buena labor para que el humor siempre esté presente en Viña".
El humorista no pudo cerrar la reunión con la prensa sin antes tirar una de sus tallas. Tras la despedida de una integrante del staff organizador que le deseó suerte, el humorista respondió con la pregunta "¿suerte el micrófono?" (...ríase, era un chiste).