Ernesto Holman, padre de Pablo, fue el invitado sorpresa de Kudai en Viña. Junto a él interpretaron dos canciones.
Cristián Carvallo, El Mercurio.
VIÑA DEL MAR.- Aunque para algunos sea reflejo de otros aspectos, afortunadamente Kudai ha demostrado ser una verdadera maquinita, que funciona en forma adecuada, que tiene piezas cumpliendo distintas labores, e incluso que éstas se pueden reemplazar.
Porque aunque más de una piedrecilla fue puesta en su engranaje viñamarino, el cuarteto adolescente logró presentar un botón de muestra de por qué son una de los productos más exitosos, exportables y proyectables de Latinoamérica.
Para ello, debieron batallar, además de con el conflicto pendiente con Nicole Natalino, con su tardía aparición en escena, recién a eso de las 02:15 hrs. Toda una irresponsabilidad de la organización, considerando que gran parte de los seguidores de Kudai tienen diez años o menos.
Verdaderamente, a estas alturas ya no se sabe si Canal 13 puso a, quién sabe, su equipo de reality show a organizar la pauta diaria del Festival de Viña. Porque lo de Kudai ayer pareció una prueba de resistencia de "La Granja".
Los platos rotos, además del público y la banda, los pagó la intensidad del show y su sello viñamarino, porque pasadas las tres de la madrugada los animadores salieron a entregar una verdadera antorcha express, antes de que el público siquiera alcanzara a tener la idea de pedir el trofeo, lo que sólo pareció dar cuenta, y de manera muy burda, de que alguna orden debió sugerir poner punto final a la noche cuanto antes.
Antorcha de plata y oro en las manos, y tras interpretar su éxito "Déjame Gritar", Pablo, Bárbara, Gabriela y Tomás salieron de escena para no volver más. Bien por ellos, que mantuvieron hasta esa hora a sus seguidores en la Quinta Vergara, pese a una máxima que ya nos enseñaron nuestros padres y que Canal 13 no ha querido aprender: que los niños deben acostarse temprano.