"Drácula": Un nuevo musical argentino se presentará en nuestro país

SANTIAGO.- “Drácula, el musical” es obra de una destacada dupla del género musical argentino: Pepe Cibrián Campoy (libretos) y Ángel Mahler (música). Fue estrenada en el Luna Park en 1991 y, además de recorrer Argentina, ya se ha presentado en España y Brasil.

Desde aquella fecha hasta ahora, que ofrece funciones en el Teatro Opera de Buenos Aires, ya la han visto alrededor de dos millones de espectadores.

El montaje viene a Chile con el elenco original y la orquesta compuesta por dieciocho músicos, que dirige Ángel Mahler. Sus protagonistas son: Juan Rodó (Conde Drácula), acompañado por Luz Yacianci (Mina), Florencia Benítez (Lucy), Ignacio Mintz, Adriana Rolla y Daniel Verceli, y más de 20 artistas. La puesta en escena cuenta con un vestuario de 300 trajes y un gran juego de luces.

Una trágica historia de amor y terror

“Drácula, el musical” está basado en la novela gótica de Bram Stoker. La historia parto con Jonathan Harker, empleado de la firma Hawkins, que es enviado por ésta a Transilvania a entregar las escrituras de las propiedades compradas por el Conde Drácula en la ciudad inglesa de Whitby.

Ya en Transilvania los habitantes lo previenen del peligro del lugar, pero Jonathan los ignora y junto a un cochero decide recorrer la región. Un día recibe la esperada invitación al castillo enviada por el Conde Drácula. Jonathan llega finalmente a la morada de Drácula, que trata de envolverlo en su magia, pero gracias al crucifijo que porta logra salvarse y se instala en el castillo.

Luego de semanas el Conde Drácula se prepara para su partida y celebra una fiesta. En ésta, Jonathan descubre el secreto de Drácula, quien al enterarse de ello parte de inmediato a Inglaterra.

Mientras tanto en Whitby, su prometida Mina Murray espera noticias de Jonathan y presiente que algo malo está sucediendo.

Llegado a la ciudad inglesa, el Conde Drácula descubre Mina en quien cree reconocer a la mujer que amó quinientos años atrás y que él mismo destruyó. Pese a que trata de recuperar aquella historia perdida, Drácula siente que va a repetir la misma historia, debido a su adicción por la sangre. Entonces decide dejarla libre y sacrificar su inmortalidad, dejando que lo atrapen.