Supuestos

Sumamente arrepentido, por el terrible exabrupto hacia el árbitro. Se deshacía en explicaciones.

-Solamente quería soltar la energía negativa, decía. No era especialmente dirigido a usted. Para nada. Créame. Nada personal.

Todo esto después de que la tarjeta había sido ya levantada y no había vuelta atrás. El equipo quedaba con 10, y el partido estaba empatado.

¿Qué hacemos en ese supuesto? Aferrarnos. Surgir con diez.

Pero qué pasa cuando quedan diez. Agotamiento. Doble energía utilizada para suplir la ausencia. Mal genio por el cansancio. Y otro exabrupto. Enojo. Mala actitud. Terrible, pero cierto.

Seguían a uno. Pero se volvía a elevar la roja. Y no la roja de todos.

El equipo estaba ya con nueve jugadores contra once. Pero los supuestos seguían apareciendo. Y es que el otro equipo tenía todo para ganar. Obvio. Nueve contra once. Empatados, a uno.

Nada que hacer. Y es entonces cuando aparece la desesperación.

"Cómo si somos dos más no podemos hacer un gol". La desconfianza. El poder psicológico sobre el poder normal físico. Toda la adrenalina histérica. Toda la confusión.

Y así pasa que en un contragolpe agotador, los que son nueve, llegan con uno, quien hace maravillas y logra el 2-1. No podía ser. La hinchada nerviosa. El partido a mil. Todo pasando, para todos los lados.

Los once despiertan, y sigue la revancha. Dos contra uno. Área chica. Nada que hacer para el solitario arquero. Un arco demasiado enorme. Golazo. Empatados de nuevo. Y los supuestos siguen avanzando. El equipo con menos jugadores decide dedicarse a defender. Le servía el empate. Y cambian, delantero por lateral.

¿Bien, mal? Quién sabe. Se pierden millones tras aquellas decisiones. Entonces sólo un hombre en punta. Solo al ataque. El resto en forma absolutamente defensiva. Pase aéreo. Recibe solo pasada la mitad de cancha. Área chica. Avanzando. Uno contra tres. Una finta, otra, la desesperación del arquero tras la calidad del jugador al pasarse a sus dos defensores. Se le va con todo y lo bota, sin quedar con la pelota. Pitazo eterno del mandatario de la cancha vestido de negro. Mano y brazo en alto. Penal. Son supuestos. Pero pasan.

Felices fiestas a todos los fanáticos del deporte.

Amanda Kiran
akiran@mercurio.cl