Esta nueva etapa del Proyecto Arbolario reúne las obras realizadas durante los últimos cuatro años, en las que la artista reitera el proceso de A-propiación y Re-colección utilizado en las etapas anteriores.
Primero, fueron miles de dibujos de árbol dibujados por otros, con los que realizó el Mural de la Estación del Metro Bellas Artes. Luego, fueron objetos suntuarios en desuso o de escaso valor que utilizó para construir las 200 cajas, que a modo de sagrarios, cobijaban sus ensamblajes. En esta tercera etapa, son imágenes de todo tipo de impresos: revistas, libros, publicidad, prensa, fotografías y tarjetas, que recorta, digitaliza e interviene para sus propósitos.
La muestra reúne un conjunto de aproximadamente 30 obras de formato y técnicas diversas, que se conectan simulando el recorrido por un parque.
En la obra de Simonetti persiste la idea del árbol como metáfora de la vida: “a través del árbol, llegué a los jardines o edenes, rodeados de cercos que protegían y vedaban el acceso a ellos, convirtiéndolos en parajes anhelados. Su simbolismo simultáneo como un Paraíso Terrenal y como el Reino Celestial, los convierte en principio y final. El árbol protagonista en ellos, es el eslabón, el ciclo de la vida y de nuestro peregrinaje en busca del Paraíso Perdido y la felicidad eterna”.
Como soporte utiliza lino -“toile de joui”-, tela de dos colores con un estampado clásico de jardines, parques principescos y escenas de la vida cortesana, con guardas decorativas de papel, que simulan los muros de palacios y jardines. Puertas monumentales, ornamentadas y custodiadas, demarcan los accesos y marcan el inicio del recorrido laberíntico y misterioso por el jardín, a la manera de un juego.....el juego de la vida.
“En mis obras utilizo una estética híbrida y barroca con una sobrecarga y saturación de imágenes de origen, épocas y culturas diferentes. Es el legado del colonialismo cultural y religioso en nuestro continente y del mestizaje propio de nuestra identidad cultural”.