Sólo con breves extras llega la aclamada película de Clint Eastwood ''Gran Torino''.
BlockbusterSi "Los imperdonables" le puso punto final a la carrera de Clint Eastwood en los westerns, en su faceta de antihéroe anónimo que deambula con motivaciones de venganza y justicia en el Viejo Oeste, con "Gran Torino" al ya consagrado director cierra el ciclo de sus numerosos largometrajes como "hombre duro" urbano, que tuvo su punto más alto con la saga de "Harry el Sucio".
Eastwood dirige y protagoniza este film en el que interpreta a Walt Kowalski, un reciente viudo marcado por sus días en el ejército luchando en el Pacífico y su posterior vida "normal" como padre de familia, buen esposo y trabajador modelo en una fábrica de Ford. Un icono nacionalista, una bandera flamente con pies, que con su personalidad hosca y llena de gruñidos debe aceptar cómo su barrio en Michigan se repleta de inmigrantes Hmong, quienes llegaron a Estados Unidos tras apoyarlos durante la Guerra de Vietnam.
Tal como lo remarca el joven sacerdote que intenta acercarse a este grosero personaje, Kowalski parece saber más de la muerte que de la vida. Lo primero está presente constantemente en su mente, imborrable en su memoria, y sólo enmascarado con la presencia de su esposa. Cuando ella ya no está, reaparece el hombre rudo, irascible, que va siempre en la dirección opuesta a la jubilación: no renuncia a fumar, se resiste a recibir cualquier tipo de ayuda y desea vivir en la soledad absoluta sus últimos años.
Pero Kowalski aún tiene tiempo para una última lección, que se manifiesta de forma impensada: a través del contacto social… a su manera. Su acercamiento con los vecinos del barrio, que lo tratan como héroe luego de espantar a un grupo de pandilleros, le entregan una vitalidad y un tipo de relación personal que nunca tuvo, ni siquiera como padre. El hombre rudo logra vínculos que superan el único que le iba quedando: el amor incondicional por su automóvil Gran Torino de 1972, uno que pasó por sus propias manos en la fábrica, y que mantiene reluciente en medio de su opaca vida.
Video
La transferencia es en su proporción original (2.35:1), pero presenta algunos problemas de contraste y brillo, que hacen que la imagen no sea totalmente pulcra. En gran parte este desajuste se puede controlar con las propiedades del televisor, dependiendo del modelo, pero se trata de un tratamiento que no necesariamente respeta la condición original de la película. Las escenas nocturnas son las que menos sufren de este problema.
Audio
La película es presentada con dos pistas de audio: inglés y doblaje al español o francés, todos en formato Dolby Digital 5.1. El sonido está bien distribuido por todos los canales y se escucha con claridad el rango que va desde los graves gruñidos de Eastwood, hasta momentos más álgidos y explosivos. La mezcla permite escuchar el ambiente, los diálogos y la música con un equilibrio destacable. La cinta además se puede seguir con subtítulos en español, francés o inglés (closed captions).
Material extra
Pese a la riqueza de la película como para explorar diversos temas en profundidad –como el posible retiro de Eastwood de la actuación con este film-, los dos bonos que se adicionan están plenamente ligados a la relación entre los automóbiles y sus dueños. Entre ambos cortos, son 15 minutos en los que se expresa el especial vínculo entre los más acérrimos amantes de las tuercas y sus bólidos, algo que se palpa en un evento anual de automóviles antiguos que es registrado en "Gran Torino, más que un auto". Por su brevedad, no se alcanza a penetrar en demasía en la cultura automovilística estadounidense, aunque se realiza un esbozo que no deja de ser interesante para entender en parte la importancia del título de la película y lo que simboliza. El material extra no está subtitulado.
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