Escrito por el mismísimo Nicolás Sarkozy en 2005, es donde él –de cierta manera- expone su legado político. Pero aún así, en el texto declara que su esposa Cécilia es su “talón de Aquiles” y que sin ella no podría hacer nada. “De lo único que no somos capaces y no sabemos hacer es estar separados el uno del otro” es una de las frases-confesiones contenidas en sus páginas.
De las periodistas Valerie Benaim e Yves Azeroual. En éste, la Primera Dama hace interesantes confesiones como que el flechazo “fue inmediato. No me esperaba alguien tan divertido, tan vivo. Su físico, su encanto, su inteligencia me sedujeron. Tiene cinco o seis cerebros increíblemente irrigados”.También que ayuda a Sarkozy “a cuidar su higiene de vida, pues es como todos nosotros, un poco como Sisifo, le gusta llevar la piedra. Pero es de buena composición, tres rayos de sol y encuentra la vida magnífica”.
