Ambos candidatos coincidieron en fortalecer el rol del Estado para enfrentar la crisis económica, y en despenalizar en algunos casos el aborto. Aunque a través de la TV no se evidenció tensión, el nerviosismo sí estuvo presente en la Universidad Católica del Maule en Talca.
F. Torrealba y A. Trujillo
Un formal apretón de manos entre Eduardo Frei y José Antonio Gómez dio inicio al debate oficialista sostenido anoche en el Centro de extensión de la Universidad Católica del Maule, en Talca.
Eran las 22.00 horas y el ex Mandatario -que lució una corbata color sandía- tomó rápidamente posición en su testera ubicada al lado izquierdo del improvisado set de televisión. Gómez, también de terno gris y corbata azulina, evidenciaba mayores muestras de nerviosismo, el que era contrastado por el entusiasmo de sus adherentes, quienes -en más de una oportunidad- estallaron en aplausos, los que interrumpieron la rígida dinámica del duelo televisivo.
La tensión en el lugar era palpable e incluso ambos contendores rara vez se dirigieron la mirada, aunque ello no logró traspasarse a quienes siguieron el debate por TV (en directo en las regiones sexta y séptima, y en diferido en el resto del país) y donde quedó en evidencia que tanto Frei como Gómez evitaron las críticas cruzadas directas, tomaron escasas definiciones en los temas y coincidieron en manifestar su respaldo al gobierno de Michelle Bachelet, en especial en el manejo de la crisis económica.
Y pese a que ambos tuvieron fuertes críticas para la Alianza, el nombre de Sebastián Piñera sólo fue mencionado una vez en la hora y media de enfrentamiento. La alusión corrió por cuenta de la carta radical.
El ex Mandatario se preocupó en insistir en que en las primarias del próximo domingo se elegirá al "futuro presidente de Chile". Miembros de su comando sostuvieron que este factor marcará la semana de campaña final de Frei, quien permanecerá en la VII Región, ausentándose del Congreso. La idea, dicen, es enfatizar entre los concertacionistas que no da lo mismo continuar con este proceso de primarias.
Gómez, por su parte, incluso evitó confrontar directamente a su contendor en los temas valóricos y, aunque se mostró partidario de legislar para abordar la interrupción del embarazo, la sorpresa la dio Frei, quien por primera vez en la campaña se declaró partidario de despenalizar el aborto terapéutico "en aquellos casos calificados".
Afirmando que era partidario de "más Estado" para enfrentar la crisis económica, el ex Mandatario apostó por seducir al público menos liberal en lo económico, pese a que reiteró que "había que estar abierto a todas las opciones" en materia energética. Gómez, por su parte, no sólo se mostró contrario a la instalación de una termoeléctrica en la VII Región, sino que reiteró su propuesta de educación gratuita.
Los escasos momentos de tensión del debate fueron generados por la ironía del abanderado radical, quien enrostró al menos en dos oportunidades su condición de "adversario más débil" en la contienda oficialista.
Fue así como al responder si era partidario de terminar con el cuoteo político, Gómez sostuvo que no era necesario porque "vamos a gobernar solos", desatando las risas nerviosas de las figuras del PS-PPD y DC que llegaron hasta Talca para respaldar a Frei. El mismo libreto repitió al manifestarse contrario a la unificación del PPD-PS y los radicales, ya que "no nos vamos a unir tres contra uno", aludiendo a que su candidatura sólo cuenta con el apoyo del PRSD.