El gobierno de Paquistán está en el centro de las críticas porque el líder de Al Qaeda se ocultaba a sólo a 800 metros de un complejo militar.

El jefe de anti-terrorismo de la Casa Blanca, John Brennan, dijo que la muerte de Bin Laden fue la última de una serie de operaciones que han asestado "severos golpes" a la agrupación.

El secretario general de la OEA dijo que "hay que tratar de prestar el máximo de atención, pero también sin magnificar demasiado los efectos que pueda tener para nosotros".

La ausencia de herramientas de comunicaciones modernas en una mansión tan lujosa llevó a los funcionarios estadounidenses a sospechar que el lugar estaba siendo usado por el líder de Al Qaeda.

No obstante, el Mandatario, Asif Ali Zardari, negó que su país haya participado en la operación en la que murió el líder terrorista.

Las oficinas estarán cerradas para los "asuntos rutinarios", especialmente la tramitación de visados, aunque embajada y consulados se mantienen abiertos para otros trámites.

Según el portal estadounidense Politico, cerca de cien personas se encuentran revisando en Afganistán los materiales incautados durante el operativo contra el líder terrorista.

"Haremos una profunda investigación para determinar por qué nuestros servicios de inteligencia no fueron capaces de localizarle antes", explicó el jefe de la legación, Husain Haqqani.

En la fotografías aparecen el vicepresidente, Joe Biden, y la secretaria de Estados, Hillary Clinton, quienes presencian junto al Mandatario en vivo y en directo la ofensiva contra el líder terrorista en Pakistán.