Este año la Academia se atrevió a incluir en su lista de nominados a directores que nunca antes ha reconocido. Ese es el caso de Darren Aronofsky. El cineasta estadounidense aspira a la estatuilla dorada con el drama "El cisne negro", película que ha sido aplaudida por su capacidad para internarse en la mente de una mujer perturbada y obsesionada con el papel antagónico de "El lago de los cisnes". Aronofsky podría alzar el galardón por su prolijidad en la dirección de actores.