Al Gore, el político demócrata, el Vicepresidente de Bill Clinton (1993-2001), el que peleó voto a voto la elección de 2000 con el ahora Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dejó la alta política que se discute en los pasillos de Washington y ahora libra una campaña mucho mayor, una de alcance planetario.
Gore es el emblema de la lucha contra el cambio climático y recorre el mundo transmitiendo su mensaje y alertando a los gobiernos frente a un problema que puede terminar en desastre.
Sus esfuerzos no son el de un tipo común. El ex Vicepresidente tiene la trayectoria de pocos y conoce muy bien cómo se maneja la política de su país y también el margen en que debe moverse en el espacio internacional.
Albert Arnold Gore, Jr. nació el 31 de marzo de 1948 y creció en Carthage (Tennessee) y también en la capital estadounidense. Es graduado de estudios de gobierno en la prestigiosa universidad de Harvard, lo que le sirvió de plataforma para dedicarse al servicio público e iniciar una ascendente carrera política.
En 1976 fue elegido por Tennessee al Congreso de Estados Unidos. En 1984 llegó al Senado, donde fue reelecto para un segundo periodo en 1990.
Aunque intentó una nominación para la candidatura demócrata a la presidencia en 1988, no tuvo éxito.
Es casado con Mary Elizabeth "Tipper" Aitcheson, escritora, fotoperiodista, y definida por algunos como activista.
La faceta ecológica de Gore comenzó a mostrarse cuando en 1992 publicó “Earth in the Balance: Ecology and Human Spirit” (La tierra en equilibrio: Ecología y espíritu humano).
Como candidato demócrata a la Casa Blanca en 2000, Gore obtuvo incluso
más votos que George W. Bush y superó ampliamente a Ralph Nader
y Pat Buchanan.
Sin embargo, igual fue derrotado, ya que no logró el número suficiente
de “grandes electores”, como se denomina a los delegados estatales
que son los que finalmente eligen al Presidente de Estados Unidos.
Desde el 2000, Gore se dedicó por un breve tiempo a dar clases de periodismo, para después emprender su campaña ecológica en contra del calentamiento global.
Alejado de los órganos de decisión en Washington, el 21 de marzo pasado tuvo un regreso por la puerta grande al debate político.
Ese día volvió al Congreso de su país, esta vez como un líder de la lucha ambientalista portador de un más que preocupante mensaje sobre el futuro del planeta: el cambio climático producido por el calentamiento global y los riesgos en caso de que continúe sin que se tomen medidas para detenerlo.
Ya convertido en un líder ecológico de alcance global, llegó al legislativo estadounidense precedido por el Oscar al mejor documental que obtuvo a fines de febrero "Una verdad incómoda". En esa cinta, se explaya acerca de las causas y consecuencias del calentamiento global y propone medidas para frenar su avance.
Un mensaje parecido lo trae ahora a Chile, esta vez como protagonista del seminario “Calentamiento Global y Cambio Climático, la hora de actuar ha llegado”.
Portada del documental "Una verdad incómoda"
Los deshielos en la Antártica son la muestra más significativa de los efectos del calentamiento global. Foto: EFE