Los combates con Frazier
Tuvieron que pasar tres largos años luego de su exilio para que el 28 de julio de 1970 el Tribunal Supremo de EE.UU. lo declarara inocente de todos los cargos que se le imputaban y le permitiera volver a boxear. Tal vez lo único rescatable para el ex campeón fue que durante ese tiempo el pueblo norteamericano comenzó a apreciar la sinceridad de sus palabras y a reducir paulatinamente el odio que le habían tomado en un principio.
Y Alí respondió a su modo, siguiendo con las muestras de su implacable lengua y asegurando que recuperaría el título que le habían robado y que en aquellos momentos estaba en manos de un mortífero Joe Frazier.
No muchos creyeron en Alí, pero éste traía consigo el hambre de volver a tomar el lugar que nunca debió perder fuera del ring. La muestra de que su capacidad estaba intacta fue cuando derrotó a Jerry Quarry, quien se había ganado el respeto como serio aspirante al título por sus buenas presentaciones anteriores, y la siguiente victoria contra Oscar Bonevena no hizo más que alimentar las esperanzas de los amantes del boxeo quienes comenzaban a entusiasmarse con un enfrentamiento entre Frazier y el retornado ex campeón, ambos invictos hasta el momento en lo que sería “la pelea del siglo”.
Hubo que esperar un año para que el 8 de marzo de 1971 Alí y Frazier disputaran en el Madison Square Garden, y ante personalidades como Barbara Streissand y Frank Sinatra, el primero de los tres memorables combates que formaron parte de una de las rivalidades más recordadas de la historia.