Japón ataca las bases militares estadounidenses en Pearl Harbour en una guerra aparte de la que se lleva a cabo en Europa. Estados Unidos le declara la guerra y se une a Gran Bretaña en su lucha contra Alemania.
Churchill y Roosevelt discuten en numerosas ocasiones la forma de acabar con la guerra. La conclusión: derrotar a Alemania es vital.
Batalla de Midway. Estados Unidos derrota Japón y le arrebata el control del Pacífico.
Batalla de El Alamein. El ejército alemán en África, Africa Korps, es derrotado por los Aliados, lo que permite que estos tomen el control del norte del continente negro. Esto luego será vital para diseñar estrategias y retomar el poder en el sur de Europa.
Batalla de Stalingrado. Los nazis son derrotados y desisten de su intención de invadir la Unión Soviética, que se queda con el control de Europa del Este.
Desembarco en Sicilia. Los Aliados toman el sur de Italia, derrotan a su líder Mussolini y generan el caos al interior de ese país, brazo derecho de Alemania.
Joseph Stalin, líder de la Unión Soviética, presiona a Churchill y Roosevelt para abrir un nuevo flanco de batalla para reconquistar Francia. El trío de pone de acuerdo en organizar la invasión. La movida de Stalin es estratégica, ya que al descartarse la invasión por Europa del Este, esa zona queda en manos de los soviéticos.
Día D, desembarco en Normandía y posterior liberación de Francia.