Kate Moss:
Es, sin lugar a dudas, la top model de los noventa. Su figura delgadísima, una reminiscencia de Twiggy, se impuso en las pasarelas como el ideal de belleza hasta que algunas voces se levantaron para criticarla. Su estilo de vida e imagen de heroinómana es –según sus detractores- una incitación a la anorexia y al consumo de drogas.
Aún así, ha conseguido todo en el mundo del modelaje, es decir, fama y dinero; mucho dinero pues su fortuna está avaluada en 40 millones de dólares. Además, ha conseguido reconocimiento; en 1996, fue galardona con el “Model of the Year” y en 2004, el premio del Consejo de Diseñadores de Moda de América, una especie de Oscar de la pasarela.
Nacida en Croydon, condado de Surrey, Inglaterra, el 16 de enero de 1974, Katherine Moss, tiene una infancia anónima hasta que, de regreso de un viaje a Las Bahamas y a los 14 años de edad, es descubierta por Sarah Doukas, de la agencia de modelos Storm, en el aeropuerto JFK de Nueva York.